Leo Camiser es el papá de Juliana y Dante y como comediante. "La idea de ser un papá influencer surgió de manera espontánea. A lo largo de mi vida creo que todas las cosas que quise planificar a rajatabla no funcionaron y en este caso se dio orgánicamente" —cuenta y continúa— "Yo, siendo padre, empecé a sentir y a pasar por un montón de cosas y procesos y dije: 'Che, por ahí hay más personas que estén pasando por esto' y empecé a aplicar todo el humor y la música que ya hacía a la paternidad. Por sorpresa, mucha gente se empezó a sentir identificada y eso hizo crecer mis redes".
Al convertirse en padre, Leo tuvo miedo de quedarse sin tiempo para dedicarle al arte, pero que, finalmente, la llegada de sus hijos lo impulsó a hacer humor sobre el día a día de ser papá y su carrera comienza a crecer.
"Mi tipo de contenido se basa en mi experiencia con la paternidad. En el humor lo que funciona es la sorpresa, lo que te incomoda, la queja. No funciona lo lo lindo. Si cuento que mi hijo se portó re bien no le causa gracia a nadie. Ahora, si mi hijo se clavó cinco alfajores y ahora tiene ocho caries, no digo que esté bueno, pero ahí hay algo para trabajar", se presenta.
¿Por qué ser papá es un oficio?
"Yo digo que ser papá es un oficio porque es un trabajo de todos los días. Uno va aprendiendo un montón de cosas sobre la marcha. Para mí, ser papá es también ser emprendedor porque tenés que, todo el tiempo, buscar soluciones a problemas que se generan en todo momento. Es aprender a que tu libertad ya depende de otra persona y no de vos. Es esforzarte un montón y dejar un montón de cosas de lado para ganar otras. Es también, en mi caso, armar un equipo con la mamá. A nosotros, y por lo que veo en las redes a otros también, la llegada de los hijos desestabilizó un poco la pareja, así que también implica trabajar en eso. Ser papá es un trabajo de tiempo completo", explica.
Dice que, por suerte, eligió un trabajo que le permitió tener mucha cercanía y pasar estar mucho tiempo con sus hijos. Es comediante, se dedica a hacer shows, generar contenido y también es community manager.
Ser generador de contenido está completamente incorporado a la vida familiar. Dante, su hijo mayor, tiene 7 años y participa de los videos y los shows con mucha soltura. "Le pasó el otro día que una compañerita de la escuela le dijo: '¿Jugamos a ser influencers?' Y él la miró y le contesto: 'Mira, yo ya soy influencer'", comparte.
El poder de la identificación
"Yo creo que la gente se identifica con lo que hago porque hasta ahora en las redes veíamos la familia perfecta en la playa, la fotito que abajo decía: 'Felices los cuatro, #MalumaBaby'. Existe un discurso de que cuando nace un hijo es todo felicidad y yo empecé a mostrar, a partir del humor y de las canciones, que eso no es tan así. De hecho creo que al principio es lo opuesto. Empecé a preguntarme si a otras personas les pasaba lo mismo", cuenta.
Leo remarca que la paternidad no es perfecta y que no siempre se puede hacer todo lo que se recomienda. Viene aparejada con presiones y culpa, con las que hay que aprender a lidiar en el camino. También es complicado balancear las tareas de cuidado el resto de las actividades. "Creo que hay que hablar de que las mamás y los papás también pueden tener días malos, aunque por supuesto eso no te da derecho a maltratar a los chicos. Por ahí vieron en mí un padre que levantaba la voz, que está presente y habla de su experiencia", reflexiona y cuenta que actualmente está tratando de empezar a poner más límites y bancarse los berrinches, para que su esposa no quede siempre quede como la mala de la película y él como el papá más copado.
Día del padre: ¿en qué sos un crack como papá?
"Creo que como padre no soy un crack en nada, pero sí siento que hay cosas mias que están buenas. Soy un chabón muy divertido. Trato deponerle humor a todo, incluso a las situaciones más cotidianas como las cenas de todos los días. Por otro lado me gusta pasar mucho tiempo con ellos y reírme y cantar con ellos. En la parte lúdica me considero un buen padre" —afirma pero reflexiona— "Hay otras cosas que no son tan copadas. Pensé que iba a tener más paciencia con mis hijos".
Algo que le gustaría es transmitirle a sus hijos que tienen que ser buena gente, ir de frente, no hacerle mal a nadie e ir siempre con la verdad, pero con respeto, que sean empáticos. Quiere que sean libres y que les importe lo menos posible lo que piensen los demás.
¿Cómo funcionan los chats de mamis y papis?
"Estoy en dos chats de mamis y papis: el de mi nena, que va al jardín, y el de mi nene, que ya va a la primaria. Debo reconocer que no tengo una actitud muy activa. Aparezco cuando yo siento que tengo que aparecer. Cuando un nene está enfermo, yo quiero que se mejore, pero no me sumo a la lista interminable de 'que se mejore'. O cuando alguno pierde una campera, si no la tengo, no aviso que no la tengo. Y después trato de no meterme en las peleas. Podrán llamarme tibio, pero prefiero hablar menos y con respeto", comparte Leo.
¿Como te llevas con las maestras de tus hijos?
Cuenta que con las maestras se lleva muy bien: "No tengo nada para decir, siempre tuvieron experiencias muy lindas. Lo que noto con mis hijos, tanto la de jardín como en la primaria, que sus maestras son muy sensibles, son muy cariñosas y tienen mucha paciencia. Creo que hay toda una nueva generación de maestras y también de maestros eh que piensan mucho más en la persona. Hacen un trabajo increíble. Para mí son superhéroes, siempre con una sonrisa, siempre dándolo todo".
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Producción: Lucía Jauzat y Euhen Matarozzo.
Filmmaker: Martina Cretella y Rodrigo Palais.
Edición: Ramiro Palais
