Hoy en día existe un sinfín de métodos de enseñanza. Algunos de ellos buscan una mayor libertad y participación del alumnado en los procesos de aprendizaje y se alejan de los proyectos educativos oficiales o tradicionales. Muchos pedagogos han investigado y desarrollado nuevas metodologías de aprendizaje a lo largo del siglo XX, como Rudolf Steiner, María Montessori, Glenn Doman, Loris Malaguzzi y muchos otros. Al día de hoy, muchos centros educativos apuestan por explorar estos métodos pedagógicos innovadores. A continuación, Billiken te cuenta en qué consisten algunos de ellos.
1. El método “Waldorf”
Rudolf Steiner (1861-1925), filósofo y educador austríaco, fundó la “antroposofía”, una corriente de pensamiento que fusiona la filosofía con otras creencias espirituales. En esta perspectiva se basa el método de enseñanza “Waldorf”, cuya primera escuela se fundó en 1919 en Stuttgart (Alemania).
Esta metodología busca el desarrollo de cada niño y niña en un ambiente totalmente libre y cooperativo. Con este método, el arte y los trabajos manuales cobran relevancia y no se realizan exámenes para evaluar al alumnado. El método “Waldorf” otorga la misma importancia a los conocimientos adquiridos tanto como al proceso de aprendizaje, ya que considera a la escuela un “espacio de renovación social”. Con esta pedagogía, la educación de la primera infancia se centra en actividades prácticas y juegos creativos, la educación primaria está focalizada en el desarrollo de la expresión artística y las capacidades sociales, y la educación secundaria pone el énfasis en el razonamiento y la empatía.
Actualmente hay más de mil escuelas “Waldorf” independientes, unos dos mil jardines de infancia y 646 centros de educación especial, ubicados en sesenta países, lo que constituye al método “Waldorf” uno de los movimientos escolares independientes más extendidos a nivel internacional. Sin embargo, hay quienes han criticado las escuelas basadas en esta metodología por su “acercamiento místico al conocimiento” y por su “falta de rigor académico”.
2. El método “Montessori”
“No me sigan a mí, sigan al niño”, es una de las citas más célebres de María Montessori (1870-1952), la primera mujer médica y educadora italiana conocida por el método educativo que lleva su nombre. Nacida en Chiaravalle, una pequeña localidad al este de Italia, Montessori empezó su carrera en el mundo de la educación al tratar con niños con dificultades en el aprendizaje. En 1907 fundó una guardería en el barrio de “San Lorenzo” de Roma, una zona desfavorecida con escasos recursos y allí puso en práctica el método “Montessori”.
Este tipo de enseñanza se basa en la necesidad de que los niños se adapten al entorno que los rodea. Además, resalta el desarrollo físico y social de los niños, así como también su independencia y libertad. Pero fundamentalmente, este modelo educativo pone el énfasis en la actividad dirigida por el niño o la niña y en la observación clínica por parte de la maestra. Esta observación tiene la intención de adaptar el entorno de aprendizaje del niño o niña a su nivel de desarrollo. Así, la escuela ya no es “un lugar donde la maestra transmite los conocimientos”, sino un sitio donde la inteligencia y la psiquis de los niños se desarrolla a través de un trabajo libre con material didáctico especializado.
En la actualidad, muchas instituciones escolares de todo el mundo utilizan esta metodología, sobre todo en jardín de infantes y primaria. No obstante, también hay quienes cuestionan este método por la necesidad de comprar los materiales de la marca “Montessori” para poder poner en práctica esta metodología. Otras críticas apuntan a la escasa socialización que este método genera en los chicos y chicas, porque los niños y niñas aprenden de forma individual y no mediante el desarrollo de relaciones con otros pares. Sin embargo, a pesar de las críticas el método “Montessori” sigue siendo utilizado en Italia y en el resto del mundo.
3. La pedagogía “Doman”
Los médicos estadounidenses Glenn Doman (1919-2013) y Temple Fay (1895-1963) fueron los impulsores de este método de enseñanza. Comenzaron sus investigaciones al tratar con niños que tenían lesiones cerebrales y luego trasladaron esta pedagogía a niños sanos.
El método “Doman” aprovecha la capacidad de aprendizaje natural y espontánea que tienen los niños y niñas. Su objetivo principal es desarrollar todas las áreas sensoriales del cerebro a través de la estimulación temprana, cuando todavía son unos bebés. Consiste en mostrar de forma rápida al niño o niña series de cinco tarjetas con palabras escritas con letras grandes y que correspondan a una misma categoría (por ejemplo, partes del cuerpo humano, colores, animales, etcétera) al menos unas tres veces al día. Debe hacerse como si fuera un juego y hay que recitar al niño o niña cada palabra con entusiasmo, en voz alta y clara. En otras fases del proceso, se muestran al niño o niña tarjetas con dos palabras, frases cortas y sencillas, frases un poco más largas y, finalmente, cuentos que les resulten interesantes (una sola oración en cada página y con el texto separado de las ilustraciones).
El método “Doman” se divide en diferentes programas: lectura, música, escritura, lengua extranjera, matemática, educación física, etcétera. Se trata de un método muy exigente que debe repetirse varias veces al día, sin que los niños se aburran de las actividades.
4. El método “Reggio Emilia”
El pedagogo Loris Malaguzzi (1920-1994) es el artífice del método “Reggio Emilia”, nombre de la localidad italiana en la que nació esta pedagogía educativa, que desarrolla las capacidades de cada niño o niña a partir de la expresión artística.
El método “Reggio Emilia” reside en la presencia de varios educadores en el aula, así como también la participación de las familias y el desarrollo del conocimiento creativo de los niños y niñas. Es una enseñanza que promueve que los niños y niñas se valgan de su entorno e imaginación para aprender. Esta pedagogía parte siempre de los intereses y de las experiencias de los niños, en vez de partir de un currículum con unas materias y unos objetivos establecidos. Su forma de enseñanza está dirigida hacia los puntos de interés que van marcando los alumnos a lo largo del proceso de desarrollo.
El método “Reggio Emilia” se basa en cuatro premisas: los niños son los protagonistas de su propio aprendizaje, los docentes son meros guías que acompañan a los alumnos, los chicos tienen que trabajar en equipo y las familias deben tener un rol activo en la educación de sus hijos.
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