Durante largas décadas, en muchas escuelas de Argentina se afianzó la costumbre de realizar actos conmemorativos relacionados a la Revolución de Mayo en los que algunos alumnos participaban de bailes o pequeñas actuaciones con su cara pintada con corcho quemado. Pero, ¿es correcta esta acción de pintar con corcho los rostros de niños y niñas? ¿O a la luz de discusiones que se abrieron en los últimos años, y de las opiniones de la comunidad afro-argentina, no sería mejor replantearnos su realización y buscar nuevas alternativas?
¿Cómo eran los actos por el 25 de mayo?
Era común ver antiguamente (y en algunos lugares en la actualidad), que un grupo de estudiantes representaban a las damas antiguas y a los integrantes de la Primera Junta, para lo que se les realizaba vestimenta especial que los caracterizara. También aparecían otros personajes, como los esclavizados afrodescendientes que forzados por sus amos vendían alimentos y otros productos por las calles de la ciudad colonial... sí, la famosa vendedoras de empanadas y el vendedor de velas. Para caracterizar a estos personaje (y a los otros afrodescendientes esclavizados) quienes los representaban aparecían en escena con pintura negra en su cara, y con ropa de lunares.
Pero, tal cual lo menciona la docente de nivel primario Marcela Lorenzo Pérez, ¿alguna vez nos preguntamos si este tipo de representación está bien? En su opinión, sería deseable que la comunidad educativa se replantease la realización de esta práctica tradicional, ya que refuerza la “manera de estereotipar la presencia de la comunidad afrodescendiente esclavizada en eventos que se fueron institucionalizando“.
¿Por qué pintar con corcho la cara es una práctica ofensiva?
A pesar de que el hecho de pintar la cara con corcho a los alumnos, en el marco de un evento escolar, no es un acto condenable en sí, es importante comprender que este tipo de representaciones estereotipadas ocultan un aparte de la historia de nuestro país (la realidad de los habitantes esclavizados) y pueden realizar ofensivas para una parte de nuestra comunidad. Existe además la posibilidad de reemplazarlas por otras actividades que aborden la temática de una forma que incluya a todos.
Como hemos mencionado, el caracter ofensivo se puntualiza en que, por un lado, se invisibiliza el rol social que aquellos habitantes afrodescendientes de la época de la colonia: lejos de ser comerciantes felices, los afrodescendientes que realizaban venta ambulante eran esclavos, forzados a tal condición por sus dueños blancos, que debían vender dichos productos para sobrevivir. Mostrarlos como simpáticos vendedores invisibiliza la realidad de los esclavos de la época, distorsionando los hechos históricos. Además, refuerza la idea incorrecta de que la comunidad afrodescendiente estuvo presente en la historia solamente en ese rol, cuando también fueron (por ejemplo) feroces luchadores de nuestra patria en los ejércitos independentistas de San Martín y Belgrano.
Otros aspectos complejos de la costumbre de pintar con corcho los rostros
Por otro lado, la práctica de pintar los rostros con corcho y vestir polleras rojas con lunares blancos, utilizadas comúnmente para este tipo de evento escolar, es una acción que estereotipa y unifica a personas que son diferentes. Incluso muchas veces, al pintar las caras, se acentuaba incorrectamente con carácter grotesco algunos rasgos faciales.
En conclusión, es una tradición que distorsiona la historia y que puede resultar ofensiva porque no refleja las vivencias pasadas de la comunidad afro-argentina en su totalidad y no hace referencia a su rol activo en otros contextos culturales, sociales e históricos del país, al mismo tiempo que los representa de manera grotesca y estereotipada.
También te puede interesar > Las mejores tapas y notas de Billiken sobre el 25 de mayo a lo largo de los años
¿Qué es el blackface y cuál es su origen?
El blackface es "una práctica que se comienza a utilizar en Estados Unidos de manera racista para caricaturizar a personas negras, donde personas blancas se pintaban la cara y sus facciones de manera grotesca”, según nos cuenta Lorenzo.
Si bien el hecho de pintar la cara de los alumnos con corcho no es una consecuencia directa del blackface (y también es cierto que quienes lo realizaban y realizan probablemente desconocían las implicancias de estas acciones), esta acción es una manera de representación que tiene un origen común con esta antigua práctica y, por lo tanto, resulta ofensiva a la comunidad afrodescendiente e inadecuada para representar sucesos históricos.
Es por eso que, como docentes y padres, podemos buscar nuevas formas de representar los sucesos de mayo de 1810, para que todos los miembros de la comunidad educativa se sientan a gusto con las representaciones escolares, y para que los actos reflejen con más exactitud la historia de nuestra patria.
¿Cómo se puede reemplazar la acción de pintar con corcho la cara en los actos del 25 de mayo?
El acto de pintar la cara con corcho se puede reemplazar por prácticas que no sean ofensivas y que, al mismo tiempo, eduquen sobre otros hechos históricos y culturales que pasan desapercibidos.
En otras palabras, la docente Marcela Lorenzo Pérez, que es la Presidenta de la Agrupación Xango Militante y Activista por la visibilización y derechos de la comunidad Afroargentina y afrodescendiente, señala que es posible visibilizar la comunidad mediante estas opciones:
- Canciones.
- Colores.
- Comida.
- Vestimentas diversas (además de la clásica pollera roja y lunares blancos).
También te puede interesar > Revolución de Mayo: ¿cuáles fueron los antecedentes de los sucesos del 25 de mayo de 1810?
foto de portada: Twitter