Barrow, conocida oficialmente desde 2016 como Utqiaġvik, es la ciudad más al norte de Estados Unidos y una de las más septentrionales del mundo. Se encuentra en el estado de Alaska, en la costa del mar de Beaufort, a orillas del océano Ártico, y a tan solo unos 2.000 kilómetros del Polo Norte geográfico.
El nombre Utqiaġvik proviene del idioma iñupiaq, hablado por los pueblos indígenas del norte de Alaska, y significa “el lugar donde se recolectan raíces silvestres”. A pesar del cambio oficial, muchas personas todavía la conocen como Barrow, un nombre heredado del explorador Sir John Barrow y adoptado en el siglo XIX.
Esta ciudad fue habitada por los inuit desde hace más de 1.500 años, y aún hoy conserva una rica herencia cultural. De hecho, la vida en Barrow está profundamente conectada con las costumbres ancestrales, como la pesca en hielo y la convivencia con el clima polar.
Las características de Barrow, la ciudad más cercana al Polo Norte

Barrow tiene una población de alrededor de 4.500 habitantes, que conviven con uno de los climas más extremos del planeta. Las temperaturas pueden descender por debajo de los -30°C en invierno, y el sol puede desaparecer durante más de 60 días consecutivos a partir de noviembre, en un fenómeno conocido como noche polar.
Por el contrario, en verano, el sol no se oculta por casi tres meses, lo que genera el fenómeno opuesto: el sol de medianoche. A pesar de estas condiciones, Barrow cuenta con escuelas, un aeropuerto, hospitales y servicios básicos que garantizan una vida funcional, aunque diferente a la del resto del país.
Algunas de las principales características de Barrow son:
- Ubicación extrema: Es la ciudad más cercana al Polo Norte en Estados Unidos.
- Clima polar: Invierno largo, veranos cortos y presencia de hielo gran parte del año.
Una experiencia turística única en el Ártico
Aunque Barrow no es un destino turístico tradicional, cada vez más viajeros aventureros se animan a conocerla. Su atractivo radica en los paisajes árticos, la cultura iñupiaq y la posibilidad de vivir fenómenos naturales como las auroras boreales o el sol de medianoche.
Quienes llegan a Barrow pueden recorrer el Museo Iñupiat Heritage Center, aprender sobre la historia del Ártico, conocer la costa del océano helado o simplemente experimentar cómo es la vida en uno de los lugares más inhóspitos del continente. La mejor época para visitarla es entre junio y agosto, cuando las temperaturas son más moderadas y los días son más largos.
Barrow: un rincón del mundo donde el clima lo define todo

Barrow, o Utqiaġvik, es mucho más que un punto geográfico: es un ejemplo de adaptación humana, de permanencia cultural y de belleza natural. Allí, donde termina el continente americano y comienza el hielo del Ártico, las personas han aprendido a convivir con la naturaleza en su estado más puro y desafiante.

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