Ubicado en la costa atlántica de la provincia de Buenos Aires, Cariló es uno de los balnearios más exclusivos y a la vez más singulares de la Argentina. Su encanto no solo radica en sus playas anchas y tranquilas, sino también en el bosque que lo rodea, creado por el hombre a partir de un inmenso trabajo de forestación sobre dunas móviles.
El origen de Cariló se remonta a comienzos del siglo XX, cuando la familia Guerrero adquirió las tierras que eran, en ese entonces, médanos áridos y poco habitables. Años más tarde, Héctor Manuel Guerrero emprendió la tarea de forestar la zona con acacias, pinos y eucaliptos. Gracias a esa iniciativa, el desierto de arena se transformó en un verdadero bosque costero.
El origen del nombre
El nombre Cariló proviene del idioma mapuche y significa “médano verde” (de cari, verde, y ló, médano). La elección del término buscó rendir homenaje a las comunidades originarias que habitaron la región y, al mismo tiempo, reflejar la transformación de los médanos en un paisaje verde y lleno de vida.
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La forestación fue tan exitosa que, a mediados del siglo XX, la zona empezó a atraer visitantes. Con el tiempo, se desarrollaron hoteles, cabañas y un centro comercial que conserva un estilo rústico y natural, respetando el espíritu original del lugar.
Cariló hoy: playa, bosque y turismo
En la actualidad, es considerado un destino turístico de primer nivel en Argentina. Sus playas anchas, rodeadas de dunas fijadas con vegetación, son elegidas tanto para el descanso como para actividades deportivas. El bosque, por su parte, invita a caminatas y paseos en bicicleta por senderos sombreados.
Algunas características destacadas de Cariló son:
- Playas extensas y tranquilas, con paradores que combinan servicios y naturaleza.
- Un bosque artificial de más de 1.700 hectáreas, producto del plan de forestación iniciado en 1918.
- Un centro comercial pintoresco, construido con madera y piedra, que refuerza la identidad natural del balneario.
Hoy, Cariló forma parte del partido de Pinamar y se consolidó como un destino que combina lujo y contacto con la naturaleza. Conserva su carácter de “médano verde” y sigue siendo un ejemplo de cómo el esfuerzo humano logró transformar un desierto de arena en un paraíso de playa y bosque.
