En la Patagonia argentina, a pocos kilómetros de Puerto Madryn, se encuentra una de las playas más sorprendentes del país: El Doradillo. Su fama no se debe solo a la belleza de sus aguas calmas y transparentes, sino a que es uno de los pocos lugares del mundo donde se pueden ver ballenas francas australes desde la orilla.
El Doradillo es una reserva natural de más de 7.000 hectáreas que se extiende a lo largo de 25 kilómetros de costa. Allí, cada invierno y primavera, cientos de turistas se reúnen en silencio sobre la playa para presenciar cómo las ballenas se acercan a pocos metros de la orilla junto a sus crías.
El origen del nombre
El nombre de esta playa tiene una explicación muy particular. Según los registros históricos de la región, “El Doradillo” hace referencia a un pez de pequeño tamaño y color dorado que solía habitar en abundancia en la zona. Con el tiempo, la denominación se consolidó y hoy es sinónimo de uno de los paisajes más emblemáticos de Chubut.
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Pero no solo las ballenas forman parte de este entorno: en la reserva también se pueden avistar zorros, maras y diversas aves marinas, lo que convierte al lugar en un destino clave para quienes disfrutan del contacto con la naturaleza.
El Doradillo hoy: una playa entre las mejores del mundo
La singularidad de esta playa fue reconocida a nivel internacional en 2024, cuando un ranking global de la consultora World Beach Guide incluyó a El Doradillo entre las 100 mejores playas del planeta. Este reconocimiento puso en valor su importancia no solo turística, sino también ambiental.
Algunos datos clave sobre El Doradillo:
- Está ubicada a 15 km de Puerto Madryn.
- Se declaró Área Natural Protegida en 2001.
- Permite el avistaje de ballenas francas australes de junio a octubre.
- Su nombre proviene de un pez dorado característico de la zona.
Gracias a la combinación de paisajes patagónicos, biodiversidad y experiencias únicas como el avistaje de cetáceos, El Doradillo se transformó en un destino que atrae a visitantes de todo el mundo. Una joya natural que reafirma a la Patagonia argentina como uno de los rincones más maravillosos del planeta.
