Cada vez que se observa un mapa de Europa, surge una duda frecuente: ¿el Vaticano es un país o forma parte de Italia? La confusión es comprensible. Su territorio es diminuto y no pareciera posible que un país tan pequeño fuera independiente. Sin embargo, lo es.
Está completamente rodeado por la ciudad de Roma, capital de Italia, y mantiene una relación muy estrecha con el Estado italiano. El nombre oficial de este territorio es Estado de la Ciudad del Vaticano, y se trata de un microestado. Es decir, es uno de los países más pequeños del mundo.
Con apenas 0,44 kilómetros cuadrados y menos de mil habitantes, es el Estado con menor superficie y población del planeta. Aun así, posee soberanía plena y reconocimiento internacional, ya que cuenta con:
- Un sistema de gobierno propio,
- Leyes,
- Ciudadanía,
- Representación diplomática.
¿Qué tipo de país es el Vaticano?
Desde el punto de vista político, el Vaticano es una teocracia organizada como una monarquía absoluta. La máxima autoridad es el Papa, actualmente León XIV, quien concentra los poderes del Estado y delega las funciones de gobierno civil en el secretario de Estado.
Su independencia quedó establecida en 1929, cuando se firmaron los Pactos de Letrán entre la Santa Sede y el Reino de Italia. Este acuerdo puso fin a décadas de conflictos tras la unificación italiana, que había reducido el poder territorial de los antiguos Estados Pontificios.
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Todo su territorio fue declarado Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO en 1984, un reconocimiento único a nivel mundial. Y a pesar de su tamaño, el Vaticano alberga algunos de los bienes culturales más valiosos de la humanidad, como la Basílica de San Pedro, los Museos Vaticanos y la Biblioteca Apostólica.
Una historia que empieza siglos antes de 1929
Aunque el Estado del Vaticano es relativamente joven, su historia se remonta al siglo IV, cuando comenzó la construcción de la Basílica de San Pedro. Con el tiempo, el área se transformó en el centro del poder papal y, desde el siglo XIV, en la residencia permanente de los pontífices.
Durante siglos, los papas gobernaron extensos territorios en la península itálica. Ese poder se fue perdiendo en el siglo XIX, con la unificación de Italia, lo que dio lugar a un largo conflicto que recién se resolvió con el Tratado de Letrán.
En el siglo XX, el Vaticano también atravesó cambios importantes. Uno de los más relevantes fue el Concilio Vaticano II, iniciado en 1962 por el papa Juan XXIII, que reformó varios aspectos de la Iglesia y redistribuyó parte del poder dentro de su estructura.
¿Existe la ciudadanía vaticana?
La ciudadanía del Vaticano existe, sí, pero no se obtiene por nacimiento. Solo se concede a quienes cumplen funciones al servicio de la Santa Sede, como diplomáticos, miembros del clero o empleados específicos, y se extiende a sus familias mientras dure el cargo.
Por ese motivo, prácticamente nadie nace en el Vaticano. El Estado no cuenta con hospitales ni infraestructura para partos, su población residente es muy reducida y, además, la mayoría de quienes viven allí son religiosos con voto de castidad.
Todo esto hace que el país más pequeño del mundo tenga reglas únicas también en este aspecto. ¿Y qué pasa si, por algún motivo, un bebé nace efectivamente en el Vaticano? Las autoridades deberán anotar al recién nacido en la ciudad de Roma, por lo que tendrá nacionalidad italiana.