El Palacio Nacional da Pena se encuentra en Sintra, a unos 30 kilómetros de Lisboa, y se ha convertido en uno de los mayores atractivos turísticos de Portugal. Su origen se remonta al siglo XIX, cuando el rey Fernando II decidió transformar las ruinas de un antiguo monasterio en una residencia real de estilo romántico.
La construcción comenzó en 1839 y se terminó en 1854. Desde entonces, el palacio se convirtió en símbolo de la monarquía portuguesa y más tarde, en un emblema cultural del país. En 1995, la UNESCO lo declaró Patrimonio de la Humanidad como parte del “Paisaje cultural de Sintra”.
Palacio Nacional da Pena: un ícono del romanticismo europeo

El Palacio Nacional da Pena es famoso por su arquitectura ecléctica, que combina estilos tan diversos como el gótico, el manuelino, el renacentista y el morisco. Sus torres, murallas y cúpulas pintadas en rojo, amarillo y azul lo hacen inconfundible, dándole un aire de castillo de fantasía.
Entre sus características más llamativas se encuentran:
- Su ubicación: en lo alto de la sierra de Sintra, a 500 metros sobre el nivel del mar, lo que permite vistas panorámicas hasta Lisboa.
- Sus colores vivos: el rojo, el amarillo y el azul resaltan en medio de la vegetación del Parque de Pena.
- Su interior majestuoso: conserva salas decoradas con azulejos típicos portugueses, muebles originales y detalles neogóticos.
Además, el palacio está rodeado de un extenso parque con jardines exóticos, lagos y caminos sinuosos diseñados para sorprender a los visitantes.
¿Cómo visitar el Palacio Nacional da Pena?
Hoy en día, el Palacio Nacional da Pena es uno de los monumentos más visitados de Portugal. Recibe miles de turistas cada año que viajan a Sintra para conocer de cerca esta joya arquitectónica.
Los visitantes pueden recorrer tanto el interior del palacio como sus jardines, y existen visitas guiadas que explican en detalle su historia y secretos. Desde Lisboa, se puede llegar fácilmente en tren hasta Sintra y luego en autobús o a pie hasta la entrada del parque.
Una joya única en Portugal

El Palacio Nacional da Pena no solo es un destino turístico, sino también un ejemplo del arte y la imaginación del siglo XIX en Europa. Su mezcla de estilos, su historia ligada a la realeza y su entorno natural hacen que sea uno de los sitios más fascinantes de Portugal.
Por todo esto, el palacio sigue siendo una parada obligatoria para quienes quieran descubrir los rincones más mágicos del continente europeo.

