Los Balcanes forman una de las regiones más diversas de Europa. Sus paisajes montañosos, sus fronteras antiguas y sus comunidades históricas construyeron un territorio que, hasta hoy, sigue atravesada por el conflicto entre pueblos.
Su nombre refiere a la península de los Balcanes, que se ubica al sur de Europa y se conecta con el resto del continente a través de cadenas montañosas, como los montes Balcanes en el este o los Alpes Dináricos en el oeste.

Aunque suele asociarse con los países que formaron parte de la antigua Yugoslavia, la región es mucho más amplia y abarca territorios con historias muy distintas entre sí.
Con el paso del tiempo, los límites cambiaron debido a conflictos, procesos de independencia y transformaciones sociales. La disolución de Yugoslavia, por ejemplo, modificó por completo el mapa político y generó nuevos Estados.
Países que forman los Balcanes

Aunque no existe un acuerdo universal sobre su composición, la mayoría de los especialistas coinciden en que los Balcanes están integrados por once países principales, entre los que están:
- Eslovenia,
- Croacia,
- Bosnia y Herzegovina,
- Serbia,
- Rumanía,
- Bulgaria,
- Kosovo,
- Montenegro,
- Albania,
- Macedonia del Norte,
- Grecia.
Además, la zona de Tracia Oriental —la porción europea de Turquía— también forma parte de la península balcánica, aunque Turquía no se incluye dentro del concepto político de los Balcanes. Lo contrario sucede con Croacia y partes de Eslovenia y Rumania, que se encuentran por fuera de la península.
Esta diversidad geográfica explica por qué algunas definiciones se basan en la cultura o la historia, mientras que otras priorizan límites naturales como los ríos Sava y Danubio. Eso hace que países como Moldavia aparezcan en algunas clasificaciones por sus vínculos con Rumanía, aun cuando no se encuentran dentro de los límites físicos de la península.
Los países balcánicos occidentales
Dentro de los Balcanes, existe una subregión conocida como los Balcanes Occidentales. Está formada por Albania, Bosnia y Herzegovina, Kosovo, Macedonia del Norte, Montenegro y Serbia. Este grupo es clave para la política exterior de la Unión Europea.
En su momento, la región vivió importantes transformaciones demográficas después de los conflictos de los años noventa, que alteraron su composición étnica y generaron zonas con distintas mayorías culturales.

