Al crear un listado de los edificios más icónicos, altos y llamativos del mundo, allí hay que incluir, sin lugar a dudas, al Taipei 101: el rascacielos de Taiwán que fue el más alto del planeta durante seis años.
Con sus 508 metros de altura, esta mole que combina diversos materiales aún sorprende al mundo. Sucede que, a pesar de tener 20 años de historia, todavía se posiciona en el Top 15 de los edificios más altos del mundo.
Ahora bien. No todo es altura. El Taipei 101 también resalta en el mapa por su fachada de vidrio, los veloces ascensores que tiene en su interior y su gigantesco péndulo de acero, que se conserva entre los pisos 92 y 88 para combatir la fuerza de la naturaleza. ¡Vamos a conocerlo en detalle!
¿Cuándo se inauguró el Taipei 101?
La idea de construir un edificio en el centro de Taipéi, Taiwán, con una altura considerablemente mayor a la que promedian los demás de la ciudad, surgió a mediados de 1997.
En un primer momento, se autorizó que el futuro rascacielos tenga un máximo de 66 plantas. Pero, luego de una seguidilla de trámites, el límite se expandió y así fue como se proyectó una sorprendente torre de 106 niveles (101 por el nivel de calle y 5 subterráneos).
Una vez que se concretó el acuerdo, la construcción del Taipei 101 empezó el 31 de julio de 1999 y avanzó a un buen ritmo.
Para la construcción del Taipei 101 se utilizó una mezcla de hormigón de alto rendimiento (hasta 69 MPa de resistencia) para los muros de las columnas y hormigón de alta resistencia para el núcleo, en combinación con una estructura de acero. Esta combinación de hormigón armado y acero es clave para su resistencia a terremotos y vientos.
Poco tiempo después, cuando la edificación finalizó el 14 de noviembre de 2003, este rascacielos se convirtió en el edificio más alto del mundo. Con su diseño, superó por 57,3 metros a las Torres Petronas de Malasia y así conservó su título durante seis años, hasta la construcción del Burj Khalifa de Dubai: el edificio más alto del planeta desde 2009.
¿Por qué el Taipei 101 tiene un péndulo de acero?
Antes de explicar qué hay en el interior del Taipei 101 y cuáles son los espacios del edificio que permanecen abiertos al turismo, es necesario despejar una duda que siempre aparece al hablar de este rascacielos: ¿por qué tiene un péndulo de acero de 660 toneladas, suspendido entre los pisos 92 y 88?
Taipei es una ciudad que, por su ubicación geográfica, recibe constantemente el impacto de poderosos tifones. Y, como si no bastara, también se encuentra sobre una zona sísmica. Con esta descripción, no hay que ser experto para comprender cuáles son los riesgos extra de construir el primer rascacielos del mundo que superó el medio kilómetro de altura en un terreno tan expuesto a la fuerza de la naturaleza.
Entonces, el famoso péndulo de acero del Taipei 101 se instaló como amortiguador de masa sintonizado, que cumple la importante función de proteger al edificio ante los fuertes movimientos del suelo, durante un terremoto, y, al mismo tiempo, ante la inevitable inclinación que experimenta por el impacto de los vientos durante un tifón.
Quienes deseen conocerlo en mayor profundidad, no solo deben estar al tanto que el péndulo es una atracción turística en sí misma y que es uno de los espacios del rascacielos abierto al público, sino que también:
- Se construyó con 41 placas circulares de acero, cada una con 125 milímetros de espesor.
- Alcanza un diámetro de 5,5 metros.
- Reduce hasta un 40% los movimientos de la torre.
- Hasta el momento, su inclinación máxima fue de un metro, durante un tifón en 2015.
- Funciona en conjunto con otros dos amortiguadores de masa sintonizados adicionales, emplazados en lo más alto del edificio.
El hormigón, siempre presente
Está claro que el péndulo de acero del Taipei 101 cumple una función esencial para proteger la estructura ante fuertes vientos y violentos movimientos de tierra. Pero, al mismo tiempo, la resistencia del rascacielos también se debe a su enorme estructura de hormigón.
En simples palabras, la resistencia y flexibilidad del edificio más alto de Taiwán (actual número 11 del mundo) también se logró gracias a sus cimientos reforzados con 380 pilotes de hormigón que:
- Se extienden 80 metros bajo tierra.
- Alcanzan un diámetro de 1,5 metros.
- Soportan una carga de hasta 1.320 toneladas métricas.
Así, quienes construyeron el Taipei 101 garantizan que la torre podrá soportar todo tipo de terremotos durante los próximos 2.500 años y, al mismo tiempo, vientos huracanados de hasta 216 km/h.
¿Qué hay en el interior del Taipei 101?
Al buscar una definición rápida del Taipei 101, es correcto decir que es un edificio de oficinas que se distribuyen en tres sectores puntuales:
- Oficinas de zona baja - Entre los pisos 9 y 34.
- Oficinas de zona media - Entre los pisos 35 y 57.
- Oficinas de zona alta - Entre los pisos 59 y 84.
Al mismo tiempo, los espacios mencionados conviven con los cinco niveles subterráneos (destinados exclusivamente a estacionamientos), un piso destinado a un gimnasio (el número 6) y 24 niveles de uso mecánico.
Dicho esto, la buena noticia para los turistas es que prácticamente todo el espacio restante del Taipei 101 corresponden a lugares abiertos al público. Ejemplo de lo mencionado es:
- El centro comercial Taipei 101 - Está repleto de tiendas, de todo tipo, y se ubica entre la planta baja y el piso 5.
- Un restaurante con vistas panorámicas, emplazado entre los pisos 85 y 86.
- Dos miradores interiores (pisos 88 y 89) a 383,4 metros de altura.
- Un mirador exterior a 391,8 metros de altura (piso 91).
- Un segundo mirador exterior a 449,2 metros de altura en el último piso: el 101. (Se estrenó en 2019 y puede recibir un máximo de 36 personas por día)
Curiosamente, todos los espacios mencionados están enlazados con un enorme sistema de ascensores que, al momento de su inauguración, fue el más rápido del mundo. Aunque el récord ya no lo tiene, estos elevadores se desplazan a una velocidad máxima de 60,6 km/h.
Taipei 101: ¿es cierto que también resalta como el edificio ecológico más alto y grande del mundo?
A modo de cierre, es importante resaltar que, al hablar del Taipei 101, no solo hay que recordar su altura y características estructurales, sino que también es, desde 2011 (año en el que recibió la certificación Platino LEED por su eficiencia energética y diseño ambiental), el edificio ecológico más grande y alto del mundo.
Entre todas las medidas que allí se toman para reducir el consumo de energía y, de esta forma, proteger al medio ambiente, sorprenden las siguientes:
- El rascacielos tiene un doble acristalamiento en su fachada para proteger a quienes están en su interior del calor y la radiación ultravioleta. Así, también ahorra consumo en calefacción y aire acondicionado.
- Es una construcción que recicla el agua de lluvia que se acumula en su terraza. Luego, con este líquido cubren hasta el 30% de las necesidades hídricas del edificio. ¡Una maravilla!
