Cuando se habla de playas argentinas, Valeria del Mar ocupa un lugar especial. Ubicada en el partido de Pinamar, en la provincia de Buenos Aires, este rincón costero combina historia, naturaleza y turismo en un entorno único. Lo que hoy se conoce como un balneario consolidado nació hace apenas unas décadas, en medio de dunas interminables y con un proyecto que parecía inalcanzable.
El origen del nombre Valeria del Mar
La historia comenzó en los años 40, cuando Héctor Manuel Guerrero y su esposa, Valeria Guerrero de Guerrero, adquirieron esas tierras de médanos y bosque con un objetivo: transformar un paraje inhóspito en un balneario moderno. El nombre fue elegido en honor a Valeria, esposa del fundador, y se mantuvo como identidad hasta la actualidad.
En un principio, el lugar no contaba con infraestructura ni servicios. Los caminos eran de arena, el acceso era difícil y la urbanización parecía una tarea imposible. Sin embargo, el esfuerzo familiar y la visión de quienes apostaron por la zona lograron que, en poco tiempo, surgiera una localidad costera con identidad propia, distinta a la vecina Pinamar.
Valeria del Mar hoy: entre el bosque y el turismo
En la actualidad, Valeria del Mar se consolidó como uno de los destinos más demandados de la costa atlántica. El balneario es hoy sinónimo de tranquilidad y naturaleza, en contraste con la vida nocturna y el movimiento de Pinamar o Cariló. Sus playas amplias, rodeadas de médanos y pinos, atraen tanto a familias como a turistas que buscan un espacio más sereno.

Además, la localidad ofrece una variada infraestructura:
- Fecha de fundación: 1940, con los primeros loteos.
- Nombre: en homenaje a Valeria Guerrero de Guerrero.
- Características principales: playas extensas, médanos y un entorno forestado.
Los veranos suelen marcar la temporada más intensa, pero Valeria del Mar también se disfruta en invierno, con caminatas tranquilas, gastronomía en crecimiento y actividades al aire libre.
Un balneario con identidad propia
Aunque forma parte del partido de Pinamar, Valeria del Mar construyó una identidad propia, marcada por la calma y la convivencia con la naturaleza. Hoy, con más de 80 años de historia, se consolida como un lugar que combina lo mejor de dos mundos: el descanso frente al mar y el encanto de los bosques que la rodean.
