Tiene más de 160 años de historia, es famoso por sus enormes playas y adquirió su nombre en relación a un hotel que, a su vez, se inspiró en un libro del siglo XIX.
Pocos lugares en el mundo tienen un signo de exclamación en su nombre. Uno de ellos es conocido como Westward Ho! y se encuentra en Bideford, Devon, Inglaterra.
Su nombre, que en español se traduce como “¡Hacia el oeste!”, surgió con fines turísticos, luego de que un emblemático hotel lo adquirió, en relación a un famoso libro del siglo XIX.
Y, aunque en la actualidad no se identifica como un balneario turístico, Westward Ho! todavía es un rincón de Europa muy concurrido por viajeros que, en su gran mayoría, llegan con intenciones de vacacionar en sus amplias playas.
A diferencia de muchas otras ciudades de Europa y del mundo, la historia de Westward Ho! comenzó con el éxito editorial de un libro de Charles Kingsley, que se publicó en 1855 y está ambientado en los paisajes linderos de esta localidad que, en aquella época, era una pequeña aldea.
Debido al interés que la novela despertó en los lectores y su iniciativa por conocer el escenario de Inglaterra descrito en las páginas, las autoridades del lugar dieron inicio a un extenso proyecto de urbanización, para albergar a todos los visitantes.
Es por eso que, una década después de la publicación del libro, en este sector de Inglaterra se inauguró el “Westward Ho!-tel” que, con su nombre, cautivó a todos los fanáticos del escrito.
Con el correr de los años, se creó una pequeña población alrededor del hotel que, finalmente, adquirió el mismo nombre del alojamiento de lujo y de la famosa novela: Westward Ho!
No hay dudas que, en pleno siglo XXI, la historia de Westward Ho! aún despierta interés en muchos visitantes. Sin embargo, hoy en día no causa el mismo furor que en 1865 y es por eso que el mayor caudal de turistas que tiene el pueblo se debe a:
Westward Ho! es un destino turístico que se encuentra en el extremo sur de Reino Unido, muy cerca de la ciudad de Bideford. Es por eso que, para visitarlo, existen numerosas vías terrestres de acceso.
De todas formas, hay quienes ingresan al lugar en embarcaciones, por el canal de Brístol. Finalmente, una tercera opción es llegar en avión, a través de una serie de cuatro aeropuertos ubicados en un radio de 100 kilómetros alrededor del pueblo.
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