Ser o no ser, beber agua de mar o no beberla si nos encontramos en situación de naufragio; dos preguntas que seguramente nos hacemos en el día a día. Shakespeare y Chuck Noland se lo preguntaban a diario, al menos.
La realidad es que la posibilidad de beber agua de mar para sobrevivir si estamos perdidos en altamar sigue siendo objeto de debate entre científicos. El ser humano ¿realmente podría adaptarse a beber agua de mar y sobrevivir? Tomarla, ¿mejoraría o empeoraría la situación?
Tal vez ingerir agua de mar no sea lo mejor
En un contexto de naufragio, tomar agua de mar puede empeorar la situación. Aunque claramente contiene agua, también lleva una alta concentración de sal y otros minerales que son perjudiciales para el cuerpo humano en grandes cantidades.
La ingesta de agua de mar puede causar deshidratación -es decir, el efecto contrario al que se busca-, ya que el alto contenido de sal provoca una mayor pérdida de líquidos a través de la orina y puede agravar la sed.
También te puede interesar: ¿Sabías que las costas se están hundiendo más rápido de lo que sube el nivel del mar?
Además, el exceso de sal causa problemas gastrointestinales y dañar los riñones. En cambio, es preferible buscar métodos para desalar el agua de mar o capturar agua de lluvia, si es posible, para mantener la hidratación y aumentar las posibilidades de supervivencia en caso de naufragio.
Postura a favor
Los naufragios son moneda corriente durante los enfrentamientos militares. Fueron particularmente comunes durante la Segunda Guerra Mundial, en la cual las historias de marineros que sobrevivieron bebiendo pequeñas cantidades de agua de mar se difundieron por toda Europa.
El fenómeno fue sometido a prueba en 1943. Un médico del Hospital Nacional Británico publicó un estudio en The Lancet.
También te puede interesar: ¿Es peligrosa la espuma de mar?
El profesional a cargo, W. S. S. Laddell, Radel descubrió que el contenido de agua del cuerpo aumentó ligeramente al ingerir agua del océano, porque el agua perdida en la orina era menor que la ingerida.
Al día de hoy, este descubrimiento trajo algunas excepciones a la regla que prohíbe tomar agua de mar. Si se quiere hacer uso de este líquido durante un naufragio, lo mejor sería:
- Tomarla de a pequeños sorbos.
- No ingerir más de medio litro por día.
- Hacer buches con el agua en la boca antes de ingerirla, así la saliva se mezcla con ella, reduciendo su salinidad.