La historia de Mariquita Sánchez de Thompson está llena de momentos decisivos, tanto en lo político como en lo personal. Reconocida por haber impulsado espacios de debate durante el proceso de independencia y por haber sido una de las primeras mujeres en expresarse públicamente por la libertad, también protagonizó uno de los romances más recordados del Buenos Aires colonial. Su historia con Martín Thompson, además de apasionada, fue transgresora para la época y marcó un antes y un después en la vida social porteña.
Tres datos para recordar
- En 1801, Mariquita pidió ante el virrey el derecho a casarse con quien amaba.
- Se casó con Martín Thompson en 1805, a los 18 años.
- La pareja tuvo varios hijos, entre ellos Juan Thompson, político destacado.
El origen de un amor prohibido
Mariquita y Martín se conocían desde la infancia: eran primos y compartían reuniones familiares y salones sociales. En plena adolescencia, se enamoraron profundamente. Sin embargo, la familia de Mariquita no aceptaba la relación. En 1801, cuando ella tenía apenas 14 años, sus padres intentaron comprometerla con Diego del Arco, un español de buena posición. Mariquita se negó y escribió una carta a las autoridades solicitando su derecho a casarse por amor. Fue un hecho sin precedentes.
Finalmente, el virrey autorizó el casamiento y Mariquita pudo casarse con Martín en 1805, cuando tenía 18 años. Este hecho convirtió a la joven en un símbolo de rebeldía para su tiempo y en una pionera del derecho de las mujeres a decidir sobre su vida afectiva.
Mariquita Sánchez de Thompson: una patriota con una historia íntima conmovedora
La vida en común entre Mariquita y Martín estuvo atravesada por el contexto político de la época. Mientras ella organizaba tertulias patrióticas en su casa —como la recordada reunión en la que se cantó por primera vez el Himno Nacional Argentino en 1813—, él desempeñaba cargos diplomáticos, entre ellos, el de cónsul en Estados Unidos.
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Tuvieron varios hijos, entre ellos, Juan Thompson, quien llegó a ser legislador y funcionario público. Pero con el paso del tiempo, Martín comenzó a sufrir problemas de salud mental. Fue internado en Estados Unidos y Mariquita nunca volvió a verlo. A pesar del dolor, ella continuó con sus actividades políticas y sociales hasta su muerte en 1868.
