En el mundo de la música y el arte pocas parejas generaron tanta admiración y polémica como Yoko Ono y John Lennon. Él, uno de los integrantes más influyentes de The Beatles; ella, una artista conceptual japonesa que ya tenía un lugar en la escena cultural internacional. Su historia de amor comenzó a mediados de los años 60 y todavía hoy es recordada como un vínculo lleno de pasión, creatividad y desafíos.
Cómo se conocieron Yoko Ono y John Lennon
El primer encuentro entre Yoko Ono y John Lennon se produjo en 1966, en una exposición de la artista en la galería Indica de Londres. Lennon quedó fascinado con sus propuestas experimentales y su manera de ver el arte. Esa conexión inmediata dio inicio a una relación que pronto trascendería lo personal para convertirse también en una colaboración artística y política.
A fines de la década de 1960, la pareja ya era inseparable y juntos llevaron adelante intervenciones públicas a favor de la paz, como el famoso bed-in de 1969, en el que se encerraron en una habitación de hotel durante varios días para manifestarse contra la guerra de Vietnam.
Una relación marcada por el arte y la polémica
La unión entre Ono y Lennon fue tan intensa como cuestionada. Mientras algunos fans de The Beatles la responsabilizaron de la separación de la banda, otros la celebraron como una alianza que impulsó a Lennon a explorar nuevos caminos musicales y personales.

Lejos de los escenarios de los Beatles, John y Yoko grabaron juntos discos como Unfinished Music No.1: Two Virgins y formaron la Plastic Ono Band. También atravesaron momentos difíciles, como el período conocido como el Lost Weekend, en el que se distanciaron durante más de un año.
Algunos hitos de su relación fueron:
- 1966: se conocieron en Londres.
- 1969: se casaron en Gibraltar y realizaron su bed-in por la paz.
- 1975: nació su hijo Sean, que unió aún más a la pareja.
El legado de Yoko Ono y John Lennon
El amor de Yoko Ono y John Lennon se prolongó hasta el trágico asesinato del músico en 1980, en Nueva York. Desde entonces, Ono se convirtió en guardiana del legado artístico y pacifista de su compañero, impulsando proyectos en su memoria y manteniendo viva la influencia de sus ideas.
La historia entre ambos no solo marcó un capítulo inolvidable en la música, sino que también dejó una huella en la cultura popular, convirtiéndose en un símbolo de amor, rebeldía y compromiso social.
