El romance entre Nicolás II de Rusia y Alejandra Fiódorovna fue uno de los más célebres de la realeza europea, tanto por su intensidad como por el trágico desenlace. Unidos por un amor profundo, atravesaron juntos el esplendor de la corte imperial y las turbulencias políticas que acabarían con el Imperio ruso.
Tres datos clave sobre Nicolás II y Alejandra:
- Nicolás II nació el 18 de mayo de 1868 y Alejandra, el 6 de junio de 1872.
- Se casaron el 26 de noviembre de 1894.
- Tuvieron cinco hijos: Olga, Tatiana, María, Anastasia y Alexéi.
Quién fue Nicolás II de Rusia
Nicolás II de Rusia, nacido en 1868, fue el último zar del Imperio ruso. Ascendió al trono en 1894 y gobernó en una época de grandes cambios, marcada por tensiones sociales, la Revolución de 1905 y la Primera Guerra Mundial. Pese a su posición, fue considerado por muchos un gobernante indeciso y conservador, rasgos que influyeron en la caída de la monarquía.
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Durante un viaje familiar a Alemania, conoció a la princesa Alix de Hesse-Darmstadt, nieta de la reina Victoria del Reino Unido. Desde el primer encuentro, Nicolás quedó cautivado por su personalidad y belleza.
Alejandra Fiódorovna y un amor que desafió todo
Alejandra, nacida en 1872, se convirtió al cristianismo ortodoxo para casarse con el zar en noviembre de 1894, pocos días después de la muerte de Alejandro III, padre de Nicolás. Su matrimonio, celebrado en el Palacio de Invierno, fue opacado por el luto, pero la pareja comenzó una vida juntos marcada por la unión y la fe.
El gran anhelo de la pareja era tener un heredero varón. Tras el nacimiento de cuatro hijas, en 1904 llegó el zarévich Alexéi, quien padecía hemofilia, una enfermedad hereditaria que condicionó profundamente la vida de la familia. La llegada de Rasputín a la corte, con la esperanza de curar al niño, generó tensiones políticas y contribuyó a la mala reputación de Alejandra.
Final trágico de los últimos zares
La Revolución Rusa de 1917 obligó a Nicolás II de Rusia a abdicar, poniendo fin a más de 300 años de gobierno de la dinastía Romanov. La familia fue arrestada y trasladada a Ekaterimburgo, donde, en la madrugada del 17 de julio de 1918, Nicolás, Alejandra y sus hijos fueron ejecutados por orden bolchevique.
Pese a su trágico final, las cartas y fotografías conservadas muestran a una pareja profundamente unida, que enfrentó las adversidades con amor inquebrantable.
