A unos 25 kilómetros al suroeste de la ciudad de Rivera, en el norte de Uruguay, se encuentra una de las obras de ingeniería más singulares del país: el Túnel Bañados de Rocha. El único túnel ferroviario del país.
Su existencia puede pasar inadvertida para muchos viajeros, pero para los amantes del ferrocarril representa un símbolo de una época en la que los trenes eran protagonistas de la conexión entre pueblos, industrias y fronteras.
Puesto en funcionamiento en 1892, este túnel se diseñó como parte de la línea ferroviaria que unía Rivera con Minas de Corrales, un tramo fundamental para transportar minerales, madera y pasajeros en la región norte.
Con una longitud de aproximadamente 200 metros, el túnel atraviesa una zona de relieve accidentado conocida como Bañados de Rocha, de donde toma su nombre.
Un túnel ferroviario único en Uruguay

El Túnel Bañados de Rocha tiene una particularidad que lo convierte en una verdadera rareza: es el único túnel ferroviario de todo Uruguay.
A diferencia de otros países de la región, el territorio uruguayo, de relieve predominantemente llano, nunca necesitó construir este tipo de estructuras en gran cantidad. Por eso, su existencia no solo sorprende por su ingeniería, sino también por su contexto geográfico.
Su construcción fue una proeza para la época. Los obreros debieron excavar la roca dura de la zona utilizando herramientas manuales y explosivos, bajo la dirección de técnicos británicos que trabajaban para la empresa ferroviaria Midland Uruguay Railway.
El resultado fue una estructura sólida, con paredes de piedra y un diseño de arco de medio punto, pensado para resistir el paso de locomotoras a vapor y el intenso clima del norte uruguayo.
Del esplendor al silencio: los trenes que atravesaron este túnel ferroviario
Durante gran parte del siglo XX, el túnel fue recorrido por trenes de carga y pasajeros que unían Rivera con otros destinos del país. Las locomotoras a vapor, seguidas por convoyes de vagones cargados de minerales o madera, pasaban diariamente por sus oscuras entrañas, iluminadas solo por el humo y las chispas del carbón.
Con el paso del tiempo, el servicio ferroviario en la zona comenzó a declinar. Hacia la década de 1980, la línea fue cerrada al tráfico regular, y el túnel quedó en desuso. Sin embargo, su estructura resistió el paso de los años, y hoy permanece en pie como un testimonio histórico de la era dorada del tren en Uruguay.
Visitar el túnel ferroviario Bañados de Rocha hoy
En la actualidad, el túnel puede visitarse y forma parte del circuito turístico de Minas de Corrales y Rivera, una región que combina historia, naturaleza y aventura.
Muchos visitantes llegan atraídos por el misterio de caminar por la oscuridad del túnel, donde todavía se respira el eco del pasado ferroviario. Por fortuna, luego de décadas de inactividad, el espacio volvió a recibir un servicio de trenes en los últimos años, que actualmente hace uso de las instalaciones.
Algunos datos curiosos del Túnel Bañados de Rocha:
- Ubicación: Entre Rivera y Minas de Corrales, en el norte de Uruguay.
- Inauguración: 1915.
- Longitud: Aproximadamente 200 metros.
- Construcción: A cargo del Midland Uruguay Railway, con obreros locales y técnicos británicos.
Una reliquia del pasado que sigue uniendo historia y paisaje
El Túnel Bañados de Rocha no solo es una obra de ingeniería, sino también un símbolo de un tiempo en el que el ferrocarril era sinónimo de progreso.
Entre cerros, pastizales y el silencio del norte uruguayo, este túnel continúa recordando la fuerza de quienes lo construyeron y la importancia del tren como hilo conductor del país.

