Ubicada en la ciudad de Toledo, en la región de Castilla-La Mancha, la Catedral Primada de Santa María de Toledo es considerada una de las obras maestras del estilo gótico en España. Su historia comienza en 1226, durante el reinado de Fernando III de Castilla, sobre los restos de una antigua mezquita. La construcción se extendió por más de dos siglos y finalizó oficialmente en 1493, aunque siguió recibiendo ampliaciones y mejoras en siglos posteriores.
La Catedral no solo es un centro religioso, sino también un espacio que concentra siglos de arte y cultura. Entre sus muros se encuentran obras de artistas como El Greco, Velázquez y Goya, y su archivo guarda documentos históricos de gran valor.
Altura, diseño y características de la Catedral de Toledo
Uno de los aspectos que más sorprende a quienes la visitan es su torre principal, que alcanza los 92 metros de altura y se eleva como un faro de piedra visible desde varios puntos de la ciudad.
Su diseño responde mayormente al estilo gótico francés, aunque incorpora elementos renacentistas y mudéjares que reflejan la diversidad cultural de Toledo. La fachada principal está decorada con portadas esculpidas en piedra que representan escenas bíblicas, mientras que su interior cuenta con cinco naves, un coro tallado en madera y un altar mayor de gran riqueza ornamental.
Entre sus características más destacadas:
- Dimensiones: 120 metros de largo por 59 metros de ancho.
- Vidrieras: más de 750, datadas entre los siglos XIV y XVI.
- Campana: “La Campana Gorda”, de casi 18 toneladas, instalada en 1753.
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Visitar la Catedral de Toledo y descubrir sus curiosidades
La Catedral está abierta al público durante la mayor parte del año, y se puede recorrer tanto de manera libre como con visitas guiadas que permiten acceder a espacios exclusivos, como la sacristía, la capilla mozárabe o la torre.
Entre las curiosidades que más atraen a los visitantes, destaca el “Tesoro” que alberga la custodia procesional de Enrique de Arfe, una pieza de orfebrería gótica en plata y oro utilizada en la procesión del Corpus Christi.
Además, la ubicación de la Catedral en el centro histórico de Toledo, declarado Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO, permite combinar la visita con un recorrido por callejuelas medievales, miradores y museos.
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Un emblema para España
Más allá de su valor arquitectónico, la Catedral de Toledo es considerada la “Primada” de España, lo que significa que es la sede más importante de la Iglesia católica en el país. Su historia, su arte y su majestuosidad la convierten en un lugar imprescindible para quienes visitan la península ibérica.
Ya sea por su imponente altura, sus detalles artísticos o su papel histórico, la Catedral de Toledo sigue siendo, ocho siglos después, un símbolo vivo de la identidad española.