El Barrio Chino de la Ciudad de Buenos Aires es uno de los lugares más visitados por turistas y vecinos curiosos. Con sus coloridas farolas, dragones en las paredes y aromas que invitan a probar sabores nuevos, es fácil pensar que se trata de un barrio oficial de la ciudad. Pero, ¿es realmente así?
La respuesta corta es: no. Aunque se lo llama “barrio”, el Barrio Chino no es una unidad barrial reconocida oficialmente por el Gobierno de la Ciudad. Se trata de una zona específica dentro de Belgrano, más precisamente en el área comprendida entre las calles Juramento, Arribeños, Mendoza y Montañeses.
El origen del Barrio Chino
Todo comenzó a fines de la década de 1980 y principios de los años 90, cuando una ola de inmigración taiwanesa se instaló en esta zona porteña. Poco a poco, comenzaron a abrir supermercados, templos budistas, restaurantes y negocios especializados en productos orientales.

La comunidad creció y trajo consigo tradiciones, celebraciones y costumbres que le dieron a esta parte del barrio de Belgrano una identidad única. Así nació lo que hoy conocemos como el Barrio Chino, aunque en términos legales no sea un barrio por sí mismo.
Atractivos del Barrio Chino
Hoy en día, el Barrio Chino es un paseo turístico imperdible, sobre todo los fines de semana o durante el Año Nuevo Chino, una de las celebraciones más populares del lugar. Algunas de sus principales características y atractivos son:
- El arco de ingreso, donado por la comunidad china, inaugurado en 2009, que se convirtió en su emblema.
- Los supermercados asiáticos, ideales para encontrar ingredientes típicos de la cocina oriental.
- Los restaurantes y locales de comida callejera, con platos tradicionales como ramen, sushi y bubble tea.
Además, se pueden visitar templos budistas y tiendas de productos importados que no se consiguen en otros puntos de la ciudad.
¿Por qué se sigue llamando “barrio”?
Aunque no figura en el listado oficial de los 48 barrios porteños, el término “Barrio Chino” se popularizó por su fuerte identidad cultural. Tal como sucede con otras zonas como Palermo Soho o Barrio Coreano, el nombre no responde a una división administrativa, sino a una marca urbana construida por quienes viven, trabajan y pasean por allí.
