De las grandes potencias europeas de su época, Prusia es la única que desapareció completamente del mapa.
Lo que fue un país se encuentra ahora dentro de las fronteras de Alemania, Polonia, Rusia, Lituania, Dinamarca, Bélgica, la República Checa y Suiza.
¿Cuál es la historia de Prusia?
Prusia fue un reino y estado germánico desde el año 1200 hasta el 1900. La importancia del reino alcanzó su punto álgido en el siglo XVIII, cuando se convirtió en uno de los cinco grandes imperios europeos (los otros eran Austria, Francia, Rusia y el Reino Unido).
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Las fronteras de su territorio cambiaban bastante seguido. En el apogeo de su poder, a mediados del siglo XVIII, Prusia logró ampliar su tamaño en múltiples ocasiones, gracias a su ejército altamente eficaz.
Durante este periodo, el mayor rival de Prusia fue Austria, ya que tanto Prusia como Austria querían controlar el resto de Alemania.
¿Por qué ya no existe más como país?
Los prusianos no ganaban todos los conflictos militares en los que participaban. Prusia desempeñó un papel importante en la Revolución Francesa y en las guerras napoleónicas de 1803 a 1815, y fue acá donde empezó a mostrar sus primeras debilidades. Como resultado de estos conflictos perdió varios territorios en manos de Francia, Holanda, Rusia y varias naciones pequeñas, incluidos el Ducado de Varsovia y los Reinos de Sajonia y de Westfalia.
Sin embargo, Prusia seguía vivito y coleando: a pesar de la pérdida de algunas tierras, las Guerras Napoleónicas le permitieron al país erigirse finalmente junto a Alemania, por encima de su rival de siempre, Austria.
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La nación volvió a entrar en guerra con Francia en 1870 en la bien llamada Guerra Franco-Prusiana. Fue durante esta guerra cuando el Primer Ministro prusiano Otto von Bismarck unificó los estados alemanes.
Después de esto, Prusia continuó mezclándose cada vez más Alemania y empezó a perder su identidad distintiva. La unificación de las tierras prusianas y alemanas continuó y Prusia fue oficialmente abolida en 1947.
