En el corazón de Concepción del Uruguay, provincia de Entre Ríos, se encuentra una institución educativa emblemática: el Colegio Superior del Uruguay Justo José de Urquiza. Fundado el 28 de julio de 1849, fue el primer colegio laico y gratuito del país, impulsado por el líder entrerriano que le dio nombre. Pero además de Urquiza, hubo otras figuras clave en su historia, como Jorge Clark, un administrador y docente que marcó un antes y un después en la vida institucional del colegio.
Tres datos clave sobre Jorge Clark y el Colegio del Uruguay
- Jorge Clark murió en 1867, cuando tenía alrededor de 69 años.
- Fue administrador general y profesor del Colegio del Uruguay.
- El colegio fue fundado el 28 de julio de 1849 por iniciativa de Justo José de Urquiza.

Un colegio con historia y proyección nacional
El Colegio del Uruguay fue una de las grandes apuestas educativas de Justo José de Urquiza, quien entendía que la formación académica era fundamental para el futuro de la Argentina. Por sus aulas pasaron alumnos y docentes que luego serían figuras clave de la historia nacional, entre ellos Julio Argentino Roca, Victorino de la Plaza y Francisco Barroetaveña.
Su edificio original, declarado Monumento Histórico Nacional, fue inaugurado a mediados del siglo XIX y hoy continúa funcionando como sede educativa y museo histórico. Allí se dictaban clases de ciencias, literatura, derecho y lenguas extranjeras, bajo una pedagogía moderna para la época.
Jorge Clark: compromiso, educación y tragedia
En ese contexto educativo, Jorge Clark se convirtió en uno de los personajes más queridos y respetados del colegio. De origen inglés y apasionado por la enseñanza, ocupó diversos cargos, entre ellos el de administrador general. También se desempeñó como docente, aportando sus conocimientos y su disciplina a la vida académica de los estudiantes.

Clark no solo cumplía un rol administrativo, sino que también era un referente humano. Era conocido por su rectitud, compromiso y cercanía con los alumnos. Sin embargo, su historia tuvo un final trágico: en 1867, conmovido por problemas personales y en un contexto de profunda crisis, Jorge Clark se suicidó, generando una gran conmoción en toda la comunidad educativa y en la ciudad de Concepción del Uruguay.
La huella de Jorge Clark
A pesar de su trágico desenlace, Clark dejó una marca imborrable en el colegio y en la ciudad. Su labor sentó las bases de una institución que, más de 170 años después, sigue en pie con el mismo espíritu de formación integral.
