¿Sabías que el discurso "tengo un sueño", de Martin Luther King, fue improvisado?

"Tengo un sueño. Tengo el sueño de que los niños pequeños vivan algún día en una nación en la que no se les juzgue por el color de su piel, sino por el contenido de su carácter", enunció Martin Luther King Jr. el 28 de agosto de 1963, en Washington, DC. Pronto, sus palabras se convertirían en el discurso más famoso del siglo XX.

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Lo que muchos no saben es que aunque el reverendo Martin Luther King arrancó su discurso con unas palabras preparadas, la parte más conocida del mismo se inventó sobre la marcha, frente a una multitud de más de 250.000 personas.

El discurso de "tengo un sueño" fue improvisado

MLK hablaba frente al público, siguiendo al pie de la letra las palabras que había escrito. Sin embargo, ya llegando al séptimo párrafo, ocurrió algo extraordinario. King hizo una pausa. En ese breve silencio, Mahalia Jackson, cantante de gospel y amiga de MLK, gritó "¡hablales del 'sueño'!".

A continuación, Jackson vio a King apartar el texto de su discurso a un lado del atril y cambiar de marcha en un abrir y cerrar de ojos. Acababa de abandonar la versión final que había preparado. Se había entregado al espíritu del momento.

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King improvisó gran parte de la segunda mitad del discurso, incluido el famoso "Tengo un sueño". Improvisar, en este sentido, significa pronunciar sin preparación previa.

Sorprendentemente, si leemos el texto del acto de aquél día, vemos que no recitó las mismas frases sílaba por sílaba. Sus fascinantes palabras y la estructura de sus frases fueron pronunciadas realmente de forma extemporánea, dando cátedra en destreza retórica y derechos humanos a la vez, y sentó un precedente crucial en materia de justicia racial en Estados Unidos.