Durante décadas, los billetes argentinos incluyeron inscripciones en inglés, retratos de personas que no eran argentinas e incluso símbolos ajenos a la identidad nacional. Hoy, esos billetes se convirtieron en verdaderas reliquias, buscadas por coleccionista a lo largo y ancho de Argentina.
Pero, ¿por qué sucedía esto? La respuesta es relativamente sencilla: en el siglo XIX, no era el Estado argentino quien imprimía los billetes en circulación, y por eso los primeros años se encontraban ejemplares de lo más curiosos.
¿Por qué los billetes argentinos estaban escritos en inglés?

Durante el siglo XIX, la Argentina no tenía una entidad estatal que se encargara de emitir papel moneda. Así, como no contaban con recursos para imprimir billetes de alta seguridad, los bancos provinciales contrataron a casas especializadas. Entre ellas estaban la American Bank Note Company, de Estados Unidos, y la Bradbury Wilkinson & Co, de Inglaterra.
Estas empresas ofrecían modelos ya diseñados y, a veces, modificaban solo los textos o los valores. Así, se mezclaban frases en español con sellos en inglés o francés. En algunos casos, las inscripciones decían “The Bank of the Argentine Republic” o “Buenos Ayres”, en lugar de usar la forma actual “Buenos Aires”.
Los billetes argentinos más curiosos: desde George Washington hasta un canguro

El diseño de aquellos billetes no siempre seguía criterios nacionales. De hecho, muchas veces reflejaba los gustos o recursos gráficos de las imprentas, e incluso confundía países, personas y animales. Así, aparecieron billetes con retratos de:
- George Washington, figura central del billete de 1 peso emitido en 1884 por el Banco Nacional.
- Benjamin Franklin, presente en billetes de entidades privadas de fines del siglo XIX.
- Un canguro, en un billete emitido en Rosario, que tomaba un diseño reutilizado de Australia.
Además, algunos billetes tenían bordes florales, escudos no oficiales o incluso alegorías clásicas que nada tenían que ver con la historia argentina.
¿Cuándo aparecieron los primeros próceres?
El cambio comenzó a notarse a principios del siglo XX. En 1935 se creó el Banco Central de la República Argentina (BCRA), que empezó a centralizar la emisión de billetes. Desde ese momento, se impulsó un diseño más vinculado a la identidad nacional.

Los primeros billetes oficiales mostraban próceres como Manuel Belgrano o José de San Martín, y usaban únicamente el idioma español. Con el paso de los años, también se incorporaron símbolos patrios y paisajes del país.
Hoy en día, todos los diseños son supervisados por el BCRA, que cuenta con su propio Museo Histórico y Numismático, donde se pueden ver ejemplares de aquellas curiosas primeras ediciones.

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