En el corazón de Mar del Plata se alza la Villa Ortiz Basualdo, una de las residencias más elegantes y representativas de la Belle Époque argentina. Esta mansión, que alguna vez fue el refugio veraniego de una de las familias más influyentes del país, hoy es sede del Museo Municipal de Arte Juan Carlos Castagnino, una joya arquitectónica y cultural.
Los dueños originales: una familia de la alta sociedad
La villa se construyó en 1909 por pedido de Ana Elía de Ortiz Basualdo, quien buscaba una casa de verano para su familia en Mar del Plata, por entonces el destino de veraneo preferido de la aristocracia argentina. Los Ortiz Basualdo formaban parte de una de las familias más adineradas del país, vinculada al comercio y la ganadería.
La construcción y el estilo inicial de la Villa Ortiz Basualdo
El diseño original estuvo a cargo del arquitecto Luis Dubois, quien concibió una residencia al mejor estilo "pintoresquista" de las villas francesas de la época, con una elegante estructura de madera y piedra. La casa contaba con amplias galerías, salones de recepción y espacios de descanso, reflejando la vida social y el lujo de principios del siglo XX.
Para equipar la residencia, la familia viajó a Europa para reunirse con el reconocido diseñador Serrurier Bovy, a quien le encargaron todos los muebles y objetos decorativos. En esa época, los planos arquitectónicos y los materiales de construcción llegaban en barco hasta Buenos Aires y luego eran transportados en tren hacia Mar del Plata.
Remodelación y transformación al estilo normando
Diez años después, en 1919, la villa fue remodelada por el arquitecto Alfred Massué, quien la dotó del característico estilo normando que aun conserva. Se incorporaron techos a dos aguas, detalles en madera y piedra, y una distribución interior que mantenía la sofisticación y funcionalidad. Este cambio la convirtió en una de las residencias más admiradas del litoral marítimo argentino.
La distribución original de la mansión
La villa se organizaba en varios niveles:
- Planta baja, con un gran salón principal, comedor y áreas de servicio.
- Planta alta, donde se encontraban los dormitorios y una sala de música.
- Ático y torreón, que ofrecían vistas privilegiadas del mar.
Cada espacio estaba decorado con mobiliario de gran calidad, tapices franceses y obras de arte, reflejando el estilo refinado de la familia.
Villa Ortiz Basualdo: de residencia privada a museo
En 1980, la ciudad de Mar del Plata adquirió la propiedad con el objetivo de transformarla en un museo. Así nació el Museo Municipal de Arte Juan Carlos Castagnino, que alberga una colección de más de 600 obras. El acervo del museo incluyendo pinturas, esculturas y mobiliario original de la casa.
Un Monumento Histórico Nacional
En 2020, la Villa Ortiz Basualdo fue declarada Monumento Histórico Nacional, reconociendo su importancia arquitectónica y cultural. Hoy, recorrer sus salas es como viajar en el tiempo y descubrir cómo vivía la alta sociedad argentina a principios del siglo XX.
Fotos de la Villa Ortiz Basualdo: así se veía antes el sorprendente edificio y cómo luce en la actualidad










