En Argentina, cada 13 de septiembre se celebra el Día del Bibliotecario en Argentina. La fecha conmemora la creación de la actual Biblioteca Nacional por iniciativa de Mariano Moreno, secretario de la Primera Junta de Gobierno de la Revolución de Mayo, el 13 de septiembre de 1810.
En esa fecha, salió publicado un artículo en la Gazeta de Buenos Aires denominado "Educación", donde Moreno informaba que la Junta de Mayo había creado la Biblioteca Pública de Buenos Aires. Además, anunciaba los nombramientos oficiales de los primeros bibliotecarios de la independencia: Saturnino Segurola y Fray Cayetano Rodríguez.
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¿Qué hace un bibliotecario?
El oficio del bibliotecario se encuentra unido al origen del libro como producto cultural. No se trata sólo de cuidar y guardar a los libros sino fundamentalmente de ser un puente entre ellos y las personas a través de su conocimiento. A través del tiempo, el oficio fue evolucionando hasta profesionalizarse. Además, adquirió un lugar fundamental en las escuelas y en instituciones educativas y sociales. La democratización de la información y el acceso al conocimiento son dos pilares de la profesión. Asimismo el trabajo del bibliotecario resulta fundamental para la preservación el patrimonio histórico.
Esta fecha fue establecida por el Congreso de Bibliotecarios reunidos en Santiago del Estero en 1942. Fue instituido como Día del Bibliotecario a nivel nacional, en 1954, mediante sanción del Decreto Nº 17.650/54, en homenaje a los Bibliotecarios/as de todo el país.
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Biblioteca Nacional
La Biblioteca Nacional ya cuenta entonces con 212 años de historia y resguarda muchos de los materiales con los que se han forjado las ideas a través de las distintas épocas que atravesó el país. Cuenta con modernas técnicas bibliotecológicas y sus colecciones están compuestas por cuantiosos documentos, manuscritos, libros, revistas, periódicos, fotografías, mapas, grabados, audiovisuales y partituras. En conjunto, acá permanece gran parte de la cultura que espera ser redescubierta por la curiosa mirada de lectores, investigadores y estudiantes.
El moderno edificio de la Biblioteca Nacional funciona desde 1992. Fue construido por los arquitectos Clorindo Testa, Francisco Bullrich y Alicia Cazzaniga. Está emplazado en el predio que comprende las calles Agüero y Austria, y las avenidas Las Heras y del Libertador. Anteriormente, funcionó en otros dos edificios: el ubicado en la Manzana de las Luces y la sede en la calle México, en el barrio de San Telmo, inaugurada a comienzos del siglo XX.