Cada 15 de octubre se conmemora, por primera vez, el Día Mundial del Lavado de Manos para concientizar sobre la importancia de esta práctica en la prevención de enfermedades.
Esta celebración tiene por objetivo divulgar el lavado de manos como una práctica que puede no solo prevenir enfermedades sino también salvar vidas. Tomarse unos pocos minutos y lavar las manos con agua y jabón puede ser clave para la supervivencia de miles de personas, fundamentalmente de los más pequeños, quienes son más vulnerables a enfermedades que se pueden prevenir fácilmente.
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Como explica Unicef, “el lavado con agua y jabón es una de las maneras más efectivas y baratas de prevenir enfermedades diarreicas e infecciones respiratorias agudas. Estas enfermedades causan la muerte de 3,5 millones de niños y niñas cada año y afectan a la salud de millones más, tanto en países en desarrollo como en países industrializados”.
¿Por qué se celebra el 15 de octubre el Día Mundial del Lavado de Manos?
El Día Mundial del Lavado de Manos fue instaurado en el año 2008 a instancias de la Asociación Mundial para el Lavado de Manos (Global Handwashing Partnership –GHP– es su nombre en inglés). Las primeras propuestas para instaurar este día fue entre los años 1990 y principios de los 2000. POr ese entonces se llevaron a cabo programas público-privados a gran escala para promover el lavado de manos con jabón. Estos programas llevaron en el año 2001 a la creación de la Asociación Público-Privada Mundial para el Lavado de Manos (PPPHW, por su sigla en inglés). Posteriormente esta organización se transformó en la GHP.
El lavado de manos debe hacerse correctamente. No se trata de un enjuague rápido sino que es necesario tomarse unos minutos. Además, hay momentos clave para realizarlo: antes de cocinar y de comer, después de ir al baño y al llegar a casa o al trabajo después de viajar en transporte público.
Las manos húmedas se deben cubrir con jabón y frotar toda la superficie, incluidas las palmas, el dorso, entre los dedos y especialmente debajo de las uñas, por lo menos durante 20 segundos. Luego, se deben enjuagar bien con agua corriente y secarlas, ya sea con una tela limpia o agitando las manos.