Se construye en dos fábricas, ubicadas en Buenos Aires y Córdoba, y se estrenará luego del lanzamiento de dos prototipos más pequeños.
El cierre de la segunda década del siglo XXI puede quedar en la historia para nuestro país, ya que se acaba de anunciar que el primer cohete argentino para transportar satélites, que se llamará Tronador II-250, estará listo en 2029.
Su estructura, que actualmente se fabrica en dos fábricas del país, ubicadas en Córdoba y Buenos Aires, podrá resistir el peso de satélites de hasta 750 kilogramos.
Por lo tanto, este cohete será fundamental para dominar el ciclo espacial completo y lograr una soberanía en el acceso al espacio con medios propios y desde el territorio argentino.
El diseño y construcción del primer cohete argentino para transportar satélites forma parte de un plan que lleva adelante la Comisión Nacional de Actividades Espaciales (CONAE) y la empresa VENG, que cuentan con una inversión de casi 10.000 millones de pesos.
Es por eso que, en el marco del Proyecto Inyector Satelital Para Cargas Útiles Livianas (ISCUL), el objetivo de esta iniciativa es construir dos prototipos (TII-70 y TII-150), hacer una prueba de motores en 2026 y terminar el Tronador II-250 tres años después.
Si los planes se cumplen en tiempo y forma, todo indicaría que esta nave de producción nacional podría hacer su primera misión espacial en noviembre de 2030.
Es por eso que, mientras que el Centro Espacial Teófilo Tabanera (CETT) de Falda del Cañete, Córdoba, realiza la fabricación, integración y los ensayos de sistema de propulsión del lanzado, en este instante también se avanza con la construcción e integración del fuselaje en el Centro Espacial Punta Indio, de Buenos Aires.
Hasta el momento, ya se concretó la fabricación de todos los componentes necesarios para proceder al cierre del prototipo del tanque estructural de primera etapa del lanzador Tronador II-250.
No hay dudas de que el primer cohete argentino para transportar satélites marcará un antes y un después en la historia de las misiones espaciales, ya que, en la actualidad, solo hay 10 países que dominan el ciclo espacial completo.
Es por eso que el Tronador II-250 dispondrá de los mayores avances tecnológicos y se caracterizará por:
Como hemos mencionado, el Tronador II-250 no es el único proceso en marcha, ya que las mismas fábricas también evolucionan con la construcción de los prototipos TII-70 y TII-150, que serán impulsados con oxígeno líquido y kerosene.
Por un lado, el TII-70 tiene fecha de lanzamiento para el 2026. Su estructura mide 11 metros de altura, tiene un peso de 2,2 toneladas y volará a una altitud de 150 kilómetros.
Y, por el otro, TII-150 podrá hacer su vuelo de prueba a mediados de 2029. Esta segunda nave espacial mide 20 metros de altura, pesa 23 toneladas y podrá alcanzar una altitud máxima de 400 kilómetros.
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