Pertenece a la especie más pequeña de armadillos, suele recorrer los campos del centro del país únicamente durante la noche y se desconoce si está, o no, en peligro de extinción.
El armadillo hada rosa es un extraño animal, del cual se tiene muy pocos registros, que habita las provincias del centro de Argentina y, de momento, es único en el mundo en donde viven porque no han aparecido ejemplares en otros países.
Si bien es posible reconocerlo a simple vista, por su llamativo caparazón rosado, es una especie muy difícil de observar ya que pasa gran parte de su vida bajo tierra, alejado de los humanos.
Y, a pesar de que los científicos han avanzado en la investigación de la especie, aún se desconocen muchos datos sobre el armadillo hada rosa como, por ejemplo, si se encuentra en peligro de extinción o no.
Según los registros más antiguos, el primer humano que tuvo contacto con el armadillo hada rosa fue el naturalista Richard Harlan, a mediados de 1825. Y, a pesar de que han pasado 198 años, se desconocen muchos detalles de la especie.
Hasta el momento, los expertos indican que es el armadillo más pequeño del mundo y que solo vive escondido en campos de Argentina, ubicados al sur de Mendoza, al norte de Río Negro y al sur de la provincia de Buenos Aires.
Pero, debido a su tamaño y estilo de vida, aún es muy complicado encontrar algún ejemplar de la especie en su hábitat natural.
Como lo indica su nombre, la característica más llamativa del armadillo hada rosa es su caparazón rosado, que es flexible y se mantiene unido a su cuerpo únicamente por una delgada membrana dorsal.
De todas formas, está claro que la especie está repleta de curiosidades y, aunque los especialistas aún tienen muchas incógnitas por resolver, estas son las principales características del animal:
A pesar de que el armadillo de hada rosa fue estudiado durante los últimos tres siglos, nadie ha podido determinar cuántos ejemplares hay.
Entonces, ante la ausencia de esta aproximación, también es muy difícil indicar si es un animal que está en peligro de extinción o si su esperanza de vida es mucho más baja en comparación a otros armadillos.
Pero, dado que han indicado que hoy en día es más difícil encontrarlos que hace 10 años, se sospecha que podría estar bajo amenaza. Es por eso que se tomó la decisión de establecer una legislación nacional y provincial para proteger a la especie de cualquier daño.
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