Se construyó hace más de 30 años, en un entorno repleto de naturaleza, y sus decoraciones se mantienen en excelente estado.
De todas las mansiones, palacios y casas emblemáticas que hay en Argentina, una de las más atractivas, interesantes y llamativas es el Castillo de Dionisio, que permanece oculto entre la naturaleza de La Rioja.
La construcción, realizada por Dionisio Aizcobe en los últimos años del siglo XX, resalta por la enorme cantidad de objetos decorativos que tiene y las leyendas que representa cada uno.
Por lo tanto, aunque no es fácil llegar, en la actualidad se conserva como uno de los puntos turísticos más atractivos del Norte Argentino.
La historia de este castillo comienza cuando Dionisio Aizcobe decide abandonar la provincia de Santa Fe y emprender un viaje por el país para reflexionar, meditar y disfrutar de la naturaleza.
De esta manera, en su travesía llegó al pequeño pueblo riojano de Santa Vera Cruz y, tras enamorarse de los paisajes, decidió instalarse allí a mediados de 1973.
Pero, ¿dónde pasó los últimos 40 años de su vida? ¡En un castillo fabuloso! Aizcobe recolectó durante décadas materiales de la región y, con sus propias manos, edificó una mansión de piedra que tiene un estilo único.
De esta manera, cada rincón de la propiedad es distinto y refleja mitos y leyendas que convivieron con su dueño hasta que falleció en 2004, a los 84 años.
Debido a que muy pocas personas sabían de la existencia y ubicación precisa del Castillo de Dionisio, esta curiosa vivienda permaneció cerrada y abandonada durante algunos años.
Pero, por fortuna, un nuevo dueño apareció hace 13 años. Él se llama Pedro y, al igual que Dionisio, dejó su vida atrás, se despidió de Buenos Aires y se instaló en la mansión, que actualmente permanece abierta al turismo.
Durante la última década, el segundo propietario del castillo se esforzó para mantener y restaurar cada objeto decorativo, así como también diagramar un circuito para que los viajeros puedan disfrutar el entorno con mayor facilidad.
Eso sí. Esta famosa construcción de piedra continúa emplazada sobre un terreno montañoso, alejado de las grandes urbanizaciones, a 1.800 metros sobre el nivel del mar. Por lo tanto, para visitarla es necesario recorrer extensos senderos rurales.
Quienes se encuentren en la capital de La Rioja y deseen conocer el Castillo de Dionisio, deberán hacer un viaje de 112 kilómetros hacia el norte, sobre la Ruta Nacional 75.
Finalmente, a pocos metros del pueblo Anjullón, será necesario tomar un desvío hacia el oeste, ingresar en la localidad de San Pedro y avanzar, durante pocos minutos, hasta Santa Vera Cruz.
Desde el casco histórico del pueblo mencionado, es posible iniciar diversos trekkings que pueden durar entre 4 y 24 horas, según el sendero a elegir para llegar hasta la base del Castillo de Dionisio, que permanece abierto todos los días de 10 a 19. En esa franja horaria, los turistas podrán conocer:
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