Las cataratas de Sangre se encuentran en la Lengua glaciar, en el valle Taylor, en Tierra de Victoria, en el este de la Antártida.
En 1911, El geólogo británico Thomas Griffith Taylor fue el primero en observar la cascada durante la la Expedición Terranova. En aquel momento, le atribuyeron el color rojizo a las algas rojas presentes en el lugar.
El sitio fue declarado "Zona Antártica Especialmente Protegida" en el 2012, por la propuesta de Estados Unidos, que se encarga de su conservación.
El glaciar Taylor no se encuentra congelado en su totalidad, y en su fondo marino cuenta con una concentración de sal hasta cuatro veces superior a la media de los océanos terrestres.
¿Cuál es el origen de la cataratas de Sangre?
Las cataratas de Sangre se encuentran en un glaciar que mide 54 kilómetros de largo. El agua obtiene ese color por la presencia de iones de hierro en el agua salada que entran en contacto con el oxígeno del aire. En ese momento, sucede un proceso de oxidación.
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Además, también hay óxido de hierro poco soluble que se deposita en la superficie.
¿Qué indican los últimos estudios?
En 2017, un grupo de científicos de la Universidad Johns Hopkins comenzó a estudiar nuevamente la concentración de óxido de hierro en las aguas de la Antártida.
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A través de trabajos específicos, encontraron pequeños fragmentos de hierro, descritos como objetos redondos, que miden una centésima parte del tamaño de un glóbulo rojo de una persona promedio. Esas nanoesferas ricas en hierro se oxidan, generando el color rojo y un aspecto similar a la sangre en el agua.