En el pasado más remoto existieron cientos de civilizaciones antiguas cuyas invenciones constituyeron una fuente de inspiración para las civilizaciones contemporáneas. Sus maneras de vivir y sus conocimientos, por su extrañeza, todavía hoy se siguen investigando. En esta oportunidad, Billiken te va a hablar sobre el Imperio Inca y, en otras notas, te va a contar cómo funcionaban otras civilizaciones antiguas.
Imperio Inca
Fue el más extenso de la América precolombina. El territorio abarcado por el Imperio Inca se denominó “Tahuantinsuyo”, que en el idioma quechua significa “las cuatro grandes regiones”. Al período de su dominio se le conoce como “incanato”. Este imperio abarcaba un territorio muy extenso, que iba desde Ecuador hasta la provincia de Mendoza (Argentina). Fue tan poderoso que su lengua, el idioma quechua, todavía se habla.
El apogeo del Imperio Inca
Este imperio tuvo su origen a mediados del siglo XV y su génesis se remonta a la victoria de las multietnias lideradas por Pachacútec frente al antiguo imperio Chanca en la batalla de Yawarpampa en 1438. Luego de la victoria, Pachacútec inició una etapa de expansión continua del Imperio Inca, que prosiguió con su hermano Cápac Yupanqui, luego por Túpac Yupanqui y finalmente por Huayna Cápac, quien consolidó los territorios del imperio. En esta etapa la civilización incaica logró la máxima expansión de su cultura, tecnología y ciencia. Desarrolló conocimientos propios al mismo tiempo que asimiló los de los estados conquistados.
El declive del Imperio Inca
El imperio incaico entró en decadencia por diversos problemas, pero el principal fue la confrontación por el trono entre los hijos de Huayna Cápac, Huáscar y Atahualpa, que derivó en una guerra civil. La viruela terminó con la vida del monarca Huayna Cápac, y eso provocó una guerra civil inclusive antes de la aparición de los españoles, de la que resultó un desastre demográfico en el “Tahuantinsuyo”. Finalmente Atahualpa venció a su hermano Huáscar en 1532, pero su ascenso al poder coincidió con el arribo de las tropas españolas al mando de Francisco Pizarro, que capturaron a Atahualpa y lo ejecutaron. Con la muerte de Atahualpa en 1533 culminó el Imperio Inca. De todas maneras, luego de la muerte de Atahualpa, varios incas rebeldes —conocidos como los “Incas de Vilcabamba”— se rebelaron contra los españoles durante muchos años hasta 1572, cuando fue capturado y decapitado el último de ellos: Túpac Amaru I.
La cultura incaica
Los incas consideraban a su rey como el "hijo del sol". Muchas formas locales de adoración persistieron en el imperio, pero los diferentes líderes incas alentaron el culto al sol e impusieron su soberanía por encima de otros cultos, como el de “Pachamama”. La economía incaica ha sido descrita de manera contradictoria por los investigadores, pero hay un acuerdo en sostener que el Imperio Inca funcionó, en gran medida, sin dinero y sin mercados. El intercambio de bienes y servicios se basó en la reciprocidad entre los individuos, grupos y gobernantes. Sus huellas todavía están presentes en el norte de Argentina, sobre todo en los pucarás, en el culto a la “Pachamama”, en los diseños de los tejidos, en las creencias, en la lengua y en los rasgos físicos.
La ciudad mágica
A 2.500 metros de altura se encuentra una de las maravillas del mundo: la ciudad de Machu Picchu (Perú). Es una obra maestra de la ingeniería y fue construida por el Imperio Inca tiempo atrás. Funcionaba como centro ceremonial, poblado para vigilancia y zona de descanso. Todavía luce imponente y es la demostración perfecta de la jerarquía que tuvo aquella civilización.
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