Se encuentra muy cerca del límite internacional entre Argentina y Chile, en un sitio caracterizado por el frío extremo, los fuertes vientos y la inmensidad.
De todos los volcanes que hay en Argentina, Corona del Inca es uno de los más sorprendentes debido a su ubicación y las características de su cráter, en donde se formó un gigantesco lago de 350 metros de profundidad.
Viajar para conocerlo es una aventura única, que requiere de una extensa preparación para soportar la altura, el frío y las condiciones del camino, que puede ser inaccesible en determinadas épocas del año.
Por lo tanto, a pesar de que su belleza está disponible para algunos pocos aventureros, no hay dudas de que visitar el volcán Corona del Inca es una de las travesías más sorprendentes del país.
Luego de chequear las coordenadas en donde se encuentra el volcán Corona del Inca, todos los viajeros llegan a la misma conclusión: es un sitio inhóspito, que solo se puede visitar luego de un viaje extenso, por caminos repletos de dificultades.
Sin embargo, las adversidades de la aventura no son tan fuertes como para descartarla. Es decir, con la preparación necesaria y la asistencia de profesionales, llegar al borde del cráter es una experiencia fabulosa.
Entonces, al momento de organizar la hoja de ruta, el primer paso es alejarse de la capital de La Rioja hacia el sur por la Ruta Nacional 38, para luego tomar un pequeño tramo de la Ruta Nacional 150 y, finalmente, ingresar en la Ruta Nacional 76.
Finalmente, es necesario avanzar sobre la última carretera mencionada, cruzar el fantástico Parque Nacional Talampaya y continuar el viaje hacia el norte, con la intención de llegar a la localidad de Villa Unión.
Una vez en el pueblo, la siguiente fase del viaje incluirá contratar un paseo guiado rumbo al volcán Corona del Inca u organizar una travesía en conjunto con una camioneta de tracción total.
De todas formas, aunque no sea la alternativa más recomendada debido a los grandes desafíos que impone el camino, también existe la posibilidad de seguir en solitario hasta la base del volcán y escalar hasta el famoso cráter.
La mayoría de los paseos guiados a la cima del Corona del Inca comienzan a las 3 de la mañana y concluyen por la tarde, casi 12 horas después.
Entonces, al ser una travesía extensa, que atraviesa paisajes y climas muy distintos, a continuación mencionaremos algunas de las recomendaciones a tener en cuenta antes de emprender la aventura:
Visitar el volcán Corona del Inca y apreciar las vistas al enorme lago que se formó en su cráter, es una experiencia mágica, con la que se podría marcar el final del viaje y el comienzo del retorno a las urbanizaciones.
Pero, en el caso de tener el tiempo y la energía suficiente para recorrer otros lugares cercanos, también es recomendable adicionar un pequeño paseo por las inmediaciones para contemplar:
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