El refrán “cruzar el Rubicón” forma parte del extenso listado de frases que en la actualidad utilizamos para definir situaciones de la vida cotidiana, pero que, en la mayoría de los casos, desconocemos cuál es su origen y su historia. 

En este caso, este dicho está vinculado a un hecho histórico que sucedió hace más de dos milenios en Italia, exactamente cuando Julio César tomó la difícil decisión de iniciar una guerra civil con la intención de expandir el Imperio romano. 

Finalmente, con el paso de los años “cruzar el Rubicón” se ha convertido en una frase muy popular, que en Argentina recuperó su protagonismo luego de que la Selección Nacional de fútbol clasificara a las semifinales del Mundial de Brasil 2014. 

¿Qué significa “cruzar el Rubicón”? 

La frase “cruzar el Rubicón” hace referencia a encontrarse en una situación clave, a la que se llegó luego de un largo proceso, que representa un punto de no retorno. Es decir que, debido a las decisiones tomadas y las acciones realizadas, las consecuencias son irreversibles.

Entonces, quién ha utilizado el refrán en los últimos 2.000 años, por lo general hace referencia a que transita un momento difícil, en el cual se ve obligado a tomar una decisión a pesar de que no esté convencido de hacerlo o incluso sepa que eso tendrá múltiples repercusiones. 

Pero, en la actualidad también se suele recurrir a “cruzar el Rubicón” para reconocer todo el esfuerzo realizado para llegar a una situación puntual y, al mismo tiempo, con el objetivo de motivar a seguir superando objetivos.

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¿Cuál es el origen del refrán “cruzar el Rubicón”? 

Para encontrar el origen del refrán “cruzar el Rubicón”, es necesario retroceder 2.071 años en la historia, más precisamente hasta Italia, en la época del antiguo Imperio romano. 

Sucede que en un momento de su carrera, Julio César solicitó al Senado ser nombrado Cónsul y le negaron la petición. Acto seguido, César decidió marchar sobre roma para derrocar al Cónsul Pompeyo y, para conseguirlo, debería cruzar con sus tropas el río Rubicón. 

Pero, dado que este caudal de agua funcionaba como una frontera entre el territorio de Roma y el de las Galias, estaba prohibido cruzarlo con un ejército armado. Y, si bien Julio César era consciente de las consecuencias, tomó la decisión de avanzar sobre el río. 

Es por eso que, según los registros históricos, al momento de iniciar el cruce pronunció la frase “Alea iacta est” que en español significa “La suerte está echada”. Finalmente, el término pasó de generación a generación y se transformó en el significado de la frase “cruzar el Rubicón”. 

¿Por qué la frase está vinculada a la Selección Argentina de fútbol? 

A pesar de que existen múltiples ejemplos sobre situaciones en las que se utilizó el refrán “cruzar el Rubicón”, uno de los más presentes en Argentina hace referencia a un pase de ronda que el seleccionado nacional de fútbol logró en el Mundial de Brasil 2014. 

Sucede que luego de que Argentina venciera por 1-0 a Bélgica, el ex entrenador Alejandro Sabella anunció en una conferencia de prensa que el equipo había “cruzado el Rubicón”. 

Por lo tanto, el técnico hizo referencia a que el seleccionado había superado los cuartos de final por primera vez en 24 años y que, dadas las circunstancias, no había un punto de retorno. Es decir, se cruzó un límite y había que mantener la calma. 

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¿En dónde se encuentra el río Rubicón? 

El famoso río Rubicón es un caudal que se encuentra al nordeste de Italia y se caracteriza por tener un suelo cubierto de arcilla que, con el fuerte avance del agua, tiñe la superficie de un color rubí. 

Entonces, puede ser identificado como un río de 80 kilómetros que tiene mucha velocidad, ya que el agua avanza a 6,6 metros cúbicos por segundo, y poca profundidad.