La isla es muy abundante en la diversidad de fauna y flora local, ya que fue poblada hace poco más de 200 años. En esta nota, te contamos el motivo de su nombre (aunque ya lo sospeches) y cuántas personas viven.
Aunque podría creerse que en la Isla de Navidad se celebra la festividad cristiana todos los días del año, en realidad no es así. Sin embargo, la isla sí debe su nombre al festejo del 25 de diciembre, día de 1643 en que el capitán británico William Mynors llegó al pequeño territorio.
La isla está ubicada en el océano Índico, más cerca del archipiélago de Indonesia que de Australia, el país del que depende políticamente. Tiene aproximadamente 135 km² y, por estar históricamente aislada de grandes grupos humanos, tiene abundancia de fauna y flora local.
Aproximadamente, en la Isla de Navidad viven casi 1.700 personas, sin contar a los turistas ocasionales que aprovechan las bonitas playas en el verano. Así, su población se divide en cuatro asentamientos principales:
Por su ubicación geográfica, la Isla de Navidad vio migrar a diferentes comunidades según el momento histórico, ya que siempre fue visitada por comerciantes de Malasia, Países Bajos y Reino Unido. Además, cuando aún pertenecía a este último imperio, fueron llevados de manera forzosa trabajadores de Malasia y China para que explotaran las fuentes de fósforo, un mineral muy valioso en el siglo XIX.
La capital administrativa de la isla es Flying Fish Cove, que en inglés significa "ensenada del pez volador". Si alguna vez volaron peces en la zona, como sucede en muchas historias de fantasía, no es un dato que haya sido compartido con el mundo.
Por la diversidad de comunidades que habitaron y habitan la Isla de Navidad, según el censo de 2021 realizado por el gobierno australiano, existe un:
Debido a esas ascendencias, es común escuchar distintos idiomas en el día a día, como el inglés, el cantonés, el mandarín, el malayo y el tagalo, que se habla en las Filipinas.
Por estar rodeada de agua, todo el límite de su territorio es zona de playas. Además, cuenta con un volcán ya extinto y con acantilados que superan los miles de metros de altura.
También tiene mucha diversidad animal, desde barreras de coral hasta delfines, tortugas e incluso pulpos. Lo más curioso es que experimenta una migración anual masiva de cangrejos, y así las playas se llenan de puntos rojos en momentos específicos del año.
Como la isla se habitó recién hace poco más de 200 años, se desarrolló una fauna autóctona muy importante para la investigación científica.
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