Se debe a un fenómeno natural llamado inosculación en el que dos ramas o troncos de árboles diferentes crecen juntos.
En el Parque Nacional Bükk de Hungría se puede encontrar un árbol muy particular: un ejemplar que sobrevivió a la desaparición de su tronco y de sus raíces gracias a que su vecino lo alimenta a través de sus ramas. Algunos lo llaman el “Árbol de la esperanza”.
A simple viste uno podría ver la mano del hombre detrás de esto, pero su origen es un fenómeno natural llamado inosculación.
Este fenómeno natural también lleva el nombre de anastomosis. Se da cuando los troncos, ramas o raíces de dos árboles crecen juntos. Es un proceso que biológicamente se parece al injerto.
Si bien es un fenómeno poco común, suele producirse espontáneamente en la naturaleza. Generalmente entre árboles de la misma especie que crecen juntas, aunque también puede producirse entre especies distintas, siempre que sean “cercanas” genéticamente. Así surgió el "árbol de la esperanza"
El fenómeno empieza cuando dos ramas que crecen por separado empiezan a acercarse hasta que se tocan entre ellas. En ese momento, y debido al movimiento causado por el viento, las cortezas empiezan a desgastarse y el cámbium (la capa de tejido que se encuentra debajo de la corteza) de cada rama entra en contacto comenzando el proceso de fusión o autoinjerto, ya que crecen juntos a medida que las ramas van aumentando de diámetro.
Ese es dos ejemplares de haya, de la especie Fagus, que es originario de las zonas templadas de Europa, Asia y Norteamérica, y abundan en el Parque Nacional Bükk donde se lo encontró. Si bien pueden haber sido dos árboles diferentes, algunos especialistas creen que en realidad son dos ramas surgidas del mismo sistema de raíces.
De todos modos, el resultado es el mismo: gracias al proceso de inosculación sus ramas se fusionaron haciendo posible la conmovedora imagen que vemos.
El haya tiene una corteza fina y, dado que estos árboles son probablemente genéticamente idénticos, sus capas de cambium pudieron fusionarse fácilmente en el lugar de la herida.
Él árbol más grande tiene la enfermedad de la corteza del haya en estado avanzado. Cuando esto ocurre, los árboles se propagan desde su sistema de raíces debido al estrés. Este nuevo árbol (el más pequeño de la izquierda) maduró antes de que el árbol padre muriera.
Una vez que las ramas del nuevo árbol crecieron en contacto con el tronco principal del árbol padre, la acción de roce creó una herida en el tronco y la rama donde se produce el contacto, permitiendo la fusión.
Ambos árboles (en realidad uno solo árbol) pasan ahora agua y nutrientes de un lado a otro a través de estos lugares fusionados.
Se encuentra en Hungría, en los bosques cerca de Miskolc. Es el tercero más grande de ese país europeo, y fue fundado hace casi medio siglo: en 1976.
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