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El tren y el colectivo, dos de los medios de transporte público más usados en Buenos Aires

La llegada del tren a Argentina se remonta a mediados del siglo XIX. Mientras, el colectivo aparece a fines de la década de 1920. Cada uno con sus particularidades, siguen siendo los medios de transporte más elegidos por los residentes del Área Metropolitana de Buenos Aires. 
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El área Metropolitana de Buenos Aires es muy extensa. Sólo la Capital Federal tiene casi 3 millones de habitantes y el Gran Buenos Aires supera los 12 millones. Diariamente, se mueven en transporte público más de 6 millones de personas. En la actualidad, dos de los medios de transporte más utilizados por los residentes del AMBA son el tren y el colectivo. Cada uno con sus particularidades, tuvo un comienzo diferente. Veamos.

El tren y el Ferrocarril del Oeste

El 29 de agosto de 1857 se llevó adelante el primer viaje en tren en Argentina cuando la locomotora La Porteña hizo el trayecto conducida por un convoy entre la estación del Parque (Hoy Plaza Lavalle) y el barrio de Floresta.  

Luego de la caída de Rosas en la batalla de Caseros y en un contexto donde los conflictos entre Buenos Aires y las provincias confederadas eran moneda corriente, el entonces gobernador Pastor Obligado encaró una serie de reformas en Buenos Aires a partir de los ingresos de la aduana. Se fundaron escuelas y se comenzaron obras de tendido de red de agua potable y alumbrado público. Los antiguos fuertes se irían convirtiendo en poblados que más tarde llegaron a ser grandes ciudades bonaerenses. Buenos Aires empezaba a convertirse en una ciudad cosmopolita, en la cual en el año 1855 tuvo lugar la primera transmisión telegráfica. 

El 9 de enero de 1854 la Comisión de Hacienda de la Legislatura presentó un proyecto de gran novedad en el campo del transporte: construir un ferrocarril para comunicar Buenos Aires con los poblados del Oeste. Personalidades como Juan Bautista Alberdi y Faustino Domingo Sarmiento apoyaron la iniciativa. 

La Porteña, la primera locomotora

Días más tarde el gobernador Obligado otorgó a la Sociedad Caminos de Hierro de Buenos Aires al Oeste la concesión para realizar la obra. En tanto, la Legislatura aprobó la donación de los terrenos públicos necesarios para el tendido de las vías, y la construcción de las estaciones. 

El 25 de diciembre de 1856 arribaba al puerto de Buenos Aires la primera locomotora destinada al flamante ferrocarril. La bautizaron la "Porteña". Los vagones de pasajeros eran cuatro coches lujosos y de madera. Tenían cuatro ejes y estaban iluminados con lámparas de aceite. Albergaban a treinta pasajeros cada uno. 

La primera estación ferroviaria argentina se denominaba "Parque", y estaba ubicada donde hoy funciona el Teatro Colón (Tucumán y Cerrito).El tendido de las vías cruzaba la actual plaza Lavalle, y proseguía hacia el Oeste, atravesaba Callao, y tomaba la diagonal Enrique Santos Discépolo (entonces Rauch), doblaba hacia el Oeste por Av. Corrientes hasta llegar a Av. Pueyrredón; donde giraba hacia el Sur, para llegar a la actual estación de Once; desde allí continuaba el trayecto del actual Ferrocarril Sarmiento, hasta arribar al entonces pueblo de Floresta, al Oeste de la actual ciudad de Buenos Aires; donde quedaba la estación terminal del recorrido. Era un trayecto de más de trece kilómetros de vías férreas. 

Finalmente el viaje inaugural se llevó a cabo el 29 de agosto de 1857, partió de la estación Parque y contó con la presencia de personalidades del momento como Valentín Alsina, Domingo Faustino Sarmiento, Bartolomé Mitre, Dalmacio Vélez Sársfield, y Estanislao del Campo, entre otros. El viaje se realizó sin inconvenientes y al llegar a la estación terminal fue recibido por una multitud emocionada. Al día siguiente, comenzó el servicio para el público general. 

Ese fue entonces el primer paso de un medio de transporte económico y rápido que unió muchas localidades a lo largo del país y que tan fructífero fue durante muchas generaciones. La Porteña permaneció en actividad hasta agosto de 1889. En la actualidad se la exhibe en el Museo Provincial de Transportes que forma parte del Complejo Museográfico Provincial “Enrique Udaondo” de la ciudad de Luján, junto con uno de los vagones de madera. 

El colectivo, un invento ¿argentino?

Un 24 de septiembre de 1928 comienzan a funcionar los colectivos en Buenos Aires. Con un boleto de 20 centavos, la primera línea unió Plaza de Mayo con Floresta y surgió a instancias de un grupo de taxistas que decidió implementar un recorrido fijo anunciándolo con un cartel en la parte delantera y permitiendo subir a más de un pasajero.

Por esa época, el transporte público era dominado por el tren, el tranvía y el subte, cuyos pasajes eran mucho más económicos que los de los taxis, por lo que los taxistas se encontraban en una situación difícil, padeciendo una baja considerable de pasajeros. Movidos por esa preocupación, un grupo de choferes de taxi, que se reunían habitualmente en un café, debatieron sobre la posibilidad de subir a más de un pasajero y cobrarle una tarifa personal de acuerdo al recorrido.

Luego de algunas pruebas donde trasladaron a pasajeros que asistían a espectáculos deportivos, el primer viaje del “taxi-colectivo” se hizo en la mañana del 24 de septiembre de 1928. A pesar de las versiones encontradas que difieren acerca del lugar de origen de ese primer viaje, lo cierto es que el trayecto se dividió en dos tramos, que costaban 10 centavos cada uno: Lacarra hasta Plaza Flores y desde allí finalizaba en Caballito, en plaza Primera Junta; luego a la inversa.

Los primeros colectivos

En ese contexto no había todavía un marco legal claro. A esto se sumaba la queja de los transportes competidores, situación que finalizó hacia 1932 cuando la Municipalidad de la Ciudad de Buenos Aires decidió reglamentar el servicio. Para eso, habilitó las líneas, las enumeró desde el 1 al 69 y fijó las medidas máximas de los coches y la cantidad de asientos.

Así fue que los colectivos cambiaron su fisonomía al tiempo que comenzaron a ser adornados con el clásico fileteado. Con paso del tiempo, su tamaño siguió modificándose al igual que el funcionamiento de las ventanillas, la venta de boletos y el sistema de puertas. También se modificaron los chasis, donde la compañía Mercedes Benz monopolizaría el mercado. Los antiguos colectivos con motor delantero dejarían paso a los frontales modernos y, más tarde, a los colectivos bajos con acceso para personas con movilidad reducida y a los dobles con fuelle central.

Actualmente, algunas líneas de colectivo cuentan con carriles exclusivos y hay cerca de 400 líneas que recorren el Área Metropolitana de Buenos Aires, muchas de las cuales están agrupadas en grandes grupos empresarios. Después de tantas décadas, sigue siendo uno de los medios de transporte público más elegido por los argentinos.

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