El ginkgo (o Ginkgo biloba, según su nombre científico) es una de las especies de árbol vivo más antigua y reconocida del mundo.
Originario de China y Corea, el ginkgo es conocido como el árbol de la inmortalidad: sobrevivió a la era de los dinosaurios, se llegó a considerar extinto hasta que reapareció en Japón en 1691, y después volvió a demostrar su resistencia en un evento fatal: la explosión de la bomba de Hiroshima.
¿Cómo se ve el árbol Ginkgo?
La estructura imponente del Ginkgo biloba puede alcanzar en promedio unos 35 metros de altura. Su copa es ligeramente estrecha y piramidal. Las ramas generalmente son rectas y, aunque en la juventud del árbol crecen gruesas y rígidas, sus ramificaciones suelen ser laxas.
Las hojas de este peculiar árbol tienen forma de abanico acorazonado y poseen una belleza particular. En otoño, toman un color amarillo oro impactante, tanto por su intensidad como por su uniformidad a lo largo y ancho de su superficie, a diferencia de otros árboles que muestran una graduación de pintitas amarillas, marrones y verdes. Al caer, conforman un tapiz estridente sobre el suelo.
El Ginkgo biloba se encuentra en muchos lugares de Argentina y América Latina. En nuestro país se puede visitar en el Jardín Botánico Carlos Thays o en el Jardín Japonés de Buenos Aires, aunque también se lo puede encontrar en algunas provincias.
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¿Época de los dinosaurios?
El Ginkgo tuvo su primera aparición en el registro fósil hace 290 millones de años. Esto significa que sus tallos, sus troncos, sus ramas y sus hojas presenciaron ni más ni menos que los dinosaurios. ¡Incluso llegaron antes que ellos!
Es el único sobreviviente de una antigua familia de árboles llamada las ginkgoáceas. Todo esto convierte al árbol Ginkgo en un ejemplo de reliquia o fósil viviente.
El ginkgo y sus curiosidades
- En 1691, el botánico alemán Engelbert Kaempfer descubrió ejemplares de este árbol en Japón y llevó semillas a Holanda. En el jardín botánico de Utrecht se plantó uno de los primeros ginkgos de Europa, que sigue vivo al día de hoy.
- Un año después de la bomba de Hiroshima de 1946, a tan sólo un kilómetro del epicentro, un viejo ginkgo destruido comenzó a brotar en un escenario desolado. Se convirtió en un objeto de veneración, un símbolo de renacimiento y resistencia.
- La ciudad de Tokio usa como símbolo una hoja de Ginkgo biloba de color verde, estilizada para parecer la letra "T".
- Sus hojas son resistentes al fuego, por lo cual se las utiliza como barrera natural contra los incendios.