Es una enorme cadena de arrecifes que cubren 2.600 kilómetros de longitud, frente a la costa de Queensland, Australia.
Debido a la distancia, cuesta imaginar que una persona, en el espacio, pueda observar un ser vivo en la Tierra. Pero, de todos los que hay en el mundo, hay una excepción: la Gran Barrera de Coral.
El arrecife donde se encuentra este animal, tiene 2.600 kilómetros de longitud y es fácil de identificar a través de una imagen satelital, donde se aprecia su posicionamiento frente a la costa de Queensland, Australia.
Por lo tanto, gracias a su tamaño y su belleza, con el correr de los años se ha transformado en un punto turístico muy popular y de fácil acceso.
Desde que el explorador inglés James Cook lideró una exploración científica en el lugar, luego de encallar en el arrecife ,el 11 de junio de 1770, miles de personas han dedicado décadas de su vida a estudiar cada una de sus características.
Es por eso que, en primer lugar, los expertos destacan que no se trata de un solo arrecife, sino que son más de 2.000, que a su vez están unidos a 1.000 islas e integran este maravilloso paisaje.
En total, el único ser vivo que se aprecia claramente desde el espacio, cubre una superficie de 34.870.000 hectáreas y continúa en crecimiento. Sucede que estos arrecifes de coral incrementan su tamaño hasta 3 centímetros de diámetro y un máximo de 25 centímetros de altura cada año.
Además, su conservación y expansión también se produce gracias a la ubicación de la Gran Barrera de Coral, dado que este animal necesita luz solar y, por lo tanto, solo crece cuando se ubica por encima de los 150 metros de profundidad y debajo de la superficie.
Además de llevar el título al “único ser vivo que se visualiza desde el espacio”, la Gran Barrera de Coral es importante por la enorme cantidad de animales y plantas que viven en sus inmediaciones.
Entonces, ante su diversidad biológica, cada arrecife integra el Parque Marino de la Gran Barrera de Coral, donde cientos de personas trabajan para proteger a la naturaleza del lugar.
Finalmente, su cuidado también está parcialmente garantizado desde 1981, cuando recibió el título de Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO.
Lamentablemente, la Gran Barrera de Coral está en peligro por una serie de hechos que están relacionados con la actividad humana y natural en esta región de Oceanía y en el resto del mundo.
Según los expertos, en los últimos 29 años, la Gran Barrera de Coral perdió más de la mitad de sus corales por:
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