La revolución que culminó en la independencia duró dos días. ¿Cómo hicieron los independentistas para que el gobernador español aceptara su derrota? Te contamos en la nota.
La liberación de los países de América del Sur de las coronas europeas ocurrió en distintas oleadas. La primera, que puede situarse entre 1810 y 1820, vio declarada la Independencia de Paraguay en dos días consecutivos: 14 y 15 de mayo.
Paraguay fue uno de los primeros países de Sudamérica en independizarse, ya que en el lapso de un año y medio, a su par comenzaron las luchas por la independencia de otros países:
Paraguay es el único país en el mundo que conmemora su independencia en dos fechas consecutivas. Esto ocurrió así porque, si bien la historia muchas veces se empecina por encontrar fechas puntuales, el proceso que inició la independencia paraguaya transcurrió literalmente en dos días.
La Revolución de Mayo comenzó en Paraguay el 14 de mayo de 1811. El plan original era iniciar la revolución en Asunción, actual capital del país, el 25 de mayo, cuando Fulgencio Yegros y Manuel Cabañas arribarían a la ciudad.
A ellos iban a sumarse Blas Rojas de Aranda, que tenía su ejército en Corrientes, y los oficiales sublevados de la capital. Sin embargo, se corrió la voz y el gobernador Bernardo de Velasco se enteró. Por eso, Pedro Caballero y Vicente Iturbe, que ya estaban en Asunción, se reunieron con otros oficiales y resolvieron adelantar la revolución al 14 de mayo.
A la manifestación de independencia se sumaron civiles y militares criollos que forzaron al gobernador a aceptar la conformación de un triunvirato. Ante las repetidas negativas de Velasco, los revolucionarios dispusieron cañones frente a su residencia.
Este, frente a la imposibilidad de accionar, tuvo que aceptar las condiciones que solicitaban Caballero, Iturbe y todos los revolucionarios. Así, antes de que saliera el sol, comenzó el proceso formal por la independencia de Paraguay.
Las Provincias Unidas del Río de la Plata, que ya para ese entonces llevaban un año de gobierno autoproclamado, tenían la intención de controlar todo el territorio del ex virreinato.
Así, como la dependencia de Paraguay era uno de los territorios a anexarse las nacientes Provincias, salió desde Buenos Aires la expedición comandada por Manuel Belgrano. Como sabemos, no funcionó y lo demás es historia, ya que Paraguay finalmente se declaró independiente.
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