Su ubicación es remota, se formó en una zona volcánica, cubre una superficie de 15 kilómetros cuadrados y solo es visitada por grandes aventureros.
La Patagonia Argentina está repleta de espejos de agua remotos, ubicados en sitios prácticamente inaccesibles, distantes de cualquier tipo de urbanización, como sucede con la fantástica Laguna Fea.
Emplazada en el extremo norte de la provincia de Neuquén, este destino turístico, que solo puede ser explorado a caballo, en moto o con camionetas 4x4, se presenta como un lugar en donde reina la naturaleza y la tranquilidad.
Por lo tanto, a pesar de que se organizan distintas expediciones todos los años, la Laguna Fea aún se mantiene como uno de los espejos de agua de la Patagonia más bellos y difíciles de conocer.
La Laguna Fea es, junto a la Laguna Negra, el paisaje más al norte de la provincia de Neuquén, ya que a pocos kilómetros de la orilla se encuentra la línea que marca el comienzo de Mendoza.
Además, este espejo de agua también está sobre el límite internacional entre Argentina y Chile, en el corazón de la Cordillera de los Andes, a cientos de kilómetros del pueblo más cercano.
Por lo tanto, debido a la ausencia de rutas o caminos rurales en la zona, quienes se adentren en la aventura de visitar la Laguna Fea, tendrán que viajar con mucha precaución ya que es uno de los puntos más remotos del país.
De todas formas, los afortunados que concretan la dura travesía por la montaña, tienen como recompensa una laguna enorme, caracterizada por su agua de color azul intenso.
Debido a las dificultades del camino, no es recomendable intentar visitar la Laguna Fea en solitario. La mejor opción es trasladarse en grupos, bien abastecidos y conformados por conductores con mucha experiencia.
Entonces, una vez que se hayan trazado todos los planes, es necesario conducir por la Ruta Nacional 40 hasta el pueblo de Barrancas y tomar el desvío rumbo a la Ruta Provincial 53.
Al ingresar en este camino, hay que viajar durante horas, imitando el curso del Río Barrancas que separa Neuquén y Mendoza, hasta llegar al paraje de Coyuco-Cochico.
Acto seguido, la travesía continúa por la Ruta 53, que luego se transforma en la Ruta Provincial 54, hasta la zona del Cajón de los Nevados, en donde nace un camino prácticamente sin demarcar.
Finalmente, luego de superar pendientes, cruzar ríos y atravesar caminos repletos de piedras, se llegará a la Laguna Fea en donde habrá que acampar, al menos, una noche.
Sucede que la travesía es tan larga que es imposible viajar a la laguna y regresar a los pueblos en menos de 24 horas. Y, debido a los desafíos del camino, no es recomendable transitarlo de noche.
A juzgar por las fotos, la Laguna Fea es todo lo contrario al adjetivo que incluye en su nombre. Es decir, se trata de un espejo de agua natural y muy azulado, enmarcado por grandes montañas y un terreno prácticamente desértico.
Por lo tanto, quienes deseen planear un viaje para conocerla, antes de iniciar la travesía deben tener en cuenta que esta laguna:
Quienes viajen con tiempo y provisiones de sobra, además de conocer la Laguna Fea también podrán hacer un pequeño desvío para trasladarse hasta la Laguna Negra.
Este espejo de agua, que es más pequeño que el descrito anteriormente, cuenta con la particularidad que pertenece a dos provincias. Es decir, por el centro de la laguna pasa la línea imaginaria que divide Neuquén y Mendoza.
Por lo tanto, al recorrer la orilla Oeste de la Laguna Negra se estará en suelo neuquino, mientras que al pasear y explorar la orilla Este, se pisará un terreno mendocino.
Finalmente, a pocos kilómetros de ambas lagunas hay otros cuatro espejos de agua. Sin embargo, para visitarlos hay que completar un trámite, ya que se encuentran en Chile. Estos se identifican como:
Cada 29 de abril se celebran y conmemoran fechas que marcaron un antes y un…
A pesar de que aún queda mucho por explorar, a mediados de 1990 un astrónomo…
Las alpargatas forman parte, sin dudas, del ADN argentino. Junto con el mate y comidas…
Aunque muchas personas lo ignoran, la montaña más alta de América Central es un enorme…
La adrenalina de romper récords de velocidad ha sido una sensación que está presente en…
De todas las lenguas que hay en el mundo (más de 7.000), hay un reducido…