La mayoría de las aves pueden permanecer durante horas en un cable de alta tensión y, a pesar de que es un hecho cotidiano y sorprendente, tiene una explicación científica.
Al momento de hacer un viaje por la ruta o simplemente al observar el tendido eléctrico urbano, es posible detectar que las aves tienen la habilidad de posarse en los cables y no sufrir, en la mayoría de los casos, un traumatismo eléctrico.
Y, como es de público conocimiento, cualquier persona que tome la mala decisión de manipular uno de estos cables, en contacto con la tierra o con otro cable, corre el riesgo de sufrir grandes lastimaduras o, simplemente, una muerte instantánea.
Entonces, ¿por qué las aves pueden permanecer paradas sobre un cable, de cualquier nivel de tensión, sin sufrir daños y los humanos no? ¡La respuesta es muy sencilla!
Ni las aves ni los humanos son buenos conductores de la electricidad. Por lo tanto, si ambos sufren una descarga al entrar en contacto con los cables de alta o media tensión, el riesgo de muerte sería inminente.
Pero, gracias al tamaño, el peso y la habilidad para mantener la estabilidad en una superficie pequeña, la mayoría de las aves no ofrecen ningún tipo de resistencia a la corriente eléctrica, mientras se posan sobre un cable.
Esto sucede porque no le ofrecen un camino alternativo a la electricidad y, por lo tanto, pueden mantenerse durante horas en un cable.
Pero, si durante su permanencia, accidentalmente hacen contacto con un segundo cable sin desprenderse del primero o con un objeto que, a su vez, se apoya sobre la tierra, sufrían una descarga fatal.
Como hemos explicado, la única razón por la cual las aves no se electrocutan al posarse sobre un cable es que no interfieren en el camino de la electricidad, siempre y cuando no tengan dos puntos de apoyo.
Por lo tanto, en el caso de los humanos, que tampoco somos buenos conductores de la electricidad, la estrategia para evitar electrocutarse al hacer contacto con un cable es imitar el comportamiento de las aves o tener un equipamiento que evite la descarga.
Es decir, necesitarán hacer contacto con un cable sin poner un pie sobre la tierra (o cualquier tipo de superficie) así como también evitar tocar dos cables al mismo tiempo.
De todas formas, debido a nuestras dimensiones corporales, es muy complicado posarse sobre un solo cable, sin tener un segundo punto de apoyo. Y, dadas las circunstancias, el riesgo a sufrir un traumatismo eléctrico, son mayores.
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