Gatos negros, espejos rotos, pasar por abajo de las escaleras y martes 13: Son considerados símbolos de mal augurio desde tiempos inmemorables, sin ninguna prueba o evidencia lógica más que la superstición.
Los felinos de color negro han estado asociados a la brujería, magia negra y a las fuerzas oscuras desde hace tiempo. ¿Cuál es la razón?
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Los gatos negros en la historia
Los gatos negros no siempre estuvieron estigmatizados de tal forma. En los tiempos de los egipcios, se le rendía culto a la diosa Bastet, una gata de color negro a la cual se le atribuía las propiedades de mujer y gato. Se consideraba a Bastet la diosa de la guerra, de la fertilidad y guardiana del hogar. El símbolo del felino de color negro era sumamente respetado en aquel momento.
La mirada se tornó negativa hacia estos animales en la Edad Media. En el siglo XIII la Iglesia comenzó una cacería contra ellos ya que se creía que actuaban como sirvientes de las brujas. Se pensaba que las mismas poseían a los gatos negros, de forma temporal o permanente, para moverse y obrar libremente sin llamar la atención.
Para la sociedad de la Edad Media, estos felinos se convirtieron en símbolos del Diablo y, desde entonces, se los asocia con la mala suerte. Asimismo, su color negro se relaciona al misterio, la oscuridad, la noche y sus peligros.
¿Qué es la superstición?
Se denomina superstición, según la RAE, a "la creencia contraria a la razón". La superstición atribuye una explicación mágica a la generación de los fenómenos, procesos y sus relaciones sin ninguna prueba o evidencia científica.
Ser supersticioso es algo que va íntimamente ligado a la buena y a la mala suerte y, en consecuencia, va relacionado también a cosas y hechos que pueden proporcionarnos buena o mala fortuna.
