Al norte de la provincia de Santa Fe existe un pequeño pueblo rural llamado Pozo Borrado. Y, a pesar de que los paisajes que lo rodean son increíbles, muchos de sus visitantes llegan al sitio interesados por el curioso nombre.
Esta comuna, que se encuentra muy cerca del límite provincial con Santiago del Estero, se fundó a mediados de 1935, luego de que se inauguró una estación de tren para permitir el paso del Ferrocarril General Belgrano.
Y, si bien no hay registros de un pozo que haya sido “borrado” del mapa, los habitantes del lugar sostienen dos hipótesis sobre quién y por qué se ha elegido ese nombre para la localidad.
¿Cómo se puede llegar a Pozo Borrado?
Quienes deseen visitar Pozo Borrado tendrán que trasladarse hasta el norte de Santa Fe, por la Ruta Nacional 95 y elegir uno de los dos desvíos disponibles: el primero por la Ruta Provincial 91 y el segundo, que es el más recomendado, por la Ruta Provincial 290.
Aquellos viajeros que tomen como punto de partida la capital de la provincia, podrán completar el recorrido con un vehículo particular o a través de diferentes viajes en ómnibus que realizan cotidianamente la travesía de 364 kilómetros.
Finalmente, una vez en el pueblo, la opción más recomendable para recorrerlo es a pie, dado que las distancias son muy cortas y hay muchos paisajes para disfrutar.
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¿Cuáles son las dos historias vinculadas a este pueblo de Santa Fe?
Como hemos mencionado, la historia de Pozo Borrado comienza a escribirse cuando los primeros vecinos se instalaron alrededor de la nueva estación de tren, inaugurada en 1935.
Sin embargo, los registros apuntan que el sitio ya era conocido como Pozo Borrado mucho antes de este suceso y es por eso que, con el paso de los años, se mantienen vivas dos historias que justifican el extraño nombre.
La primera narra la leyenda de que un grupo de pobladores nativos que, al notar la presencia de europeos en la zona, decidieron tapar un pozo que los abastecía de agua dulce para evitar que ellos accedan a este beneficio.
Pero, según los hechos narrados, esto generó la caída de un caballo en las profundidades y, como consecuencia de los hechos, se habría desencadenado una supuesta maldición en el lugar que transformó el agua dulce en salada.
Por otro lado, la segunda historia, considerada por muchos como la versión oficial, explica que este sitio se llama Pozo Borrado porque en la antigüedad un explorador llamado Julián Hernández llegó al lugar e indicó la necesidad de hacer un pozo para que los animales se puedan hidratar.
Sin embargo, al poco tiempo, cuando Hernández volvió al poblado luego de un viaje al Norte Argentino, descubrió que un caballo había caído al pozo. Por lo tanto, declaró que el agua era inutilizable, mandó a tapar el pozo y, desde entonces, el sitio adquirió el nombre de Pozo Borrado.
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¿Qué atractivos tiene Pozo Borrado?
A pesar de que Pozo Borrado no tiene más de 1.100 metros de largo por 700 de ancho, aproximadamente, es un sitio ideal para disfrutar sus atractivos naturales.
Por un lado, en este sitio hay múltiples especies de animales como el chancho de monte, el pato crestudo y el lechuzón. Entonces, quienes sean fanáticos del avistamiento de especies, estarán en el lugar indicado.
Y, por el otro, Pozo Borrado también es un destino con una gran variedad de árboles, entre los que se destacan el algarrobo, el quebracho colorado y el algarrobo blanco y negro.
Finalmente, quien recorra el pueblo, no podrá continuar su viaje sin antes conocer su pequeña cuenca lechera, la Plaza San Martín, el Club Atlético Pozo Borrado y hasta la fachada de sus tres escuelas rurales.