Atraviesa la laguna Setúbal y une las avenidas Costanera Oeste y Este.
La construcción del primer Puente Colgante estuvo a cargo de Antonio Paitoví, un ingeniero de la provincia. Aquella obra comenzó en 1924 y terminó en 1928, cuando se inauguró. A diferencia del actual, este era semirrígido y tenía tres tramos. Funcionó hasta 1983, cuando se derrumbó.
En el 2002, se reconstruyó y volvió a abrirse al tránsito. La nueva versión mide 300 metros de largo y pesa tres mil toneladas. En 2014, fue declarado Monumento Histórico Nacional.
Previamente, existieron tres antecedentes que no llegaron a concretarse. El primero fue en 1903, cuando se planteó la necesidad de crear un puente de madera fundado sobre pilotes. El 13 de junio de 1905, la presión de los camalotes embalsados arrasaron el tramo central y terminaron con aquella obra que estaba a punto de terminarse.
Años más tarde, se cambió la idea inicial por unas vigas "en forma de jaula" que rápidamente fueron destruidas por el agua. Por último, se propuso armar un carretero de cemento con pilotes cada 12 metros, pero este también se vio afectado.
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