Una parte de tres provincias argentinas están en el altiplano Puna de Atacama y, durante más de una década, su terreno fue disputado entre Bolivia, Chile y Argentina. En esta nota, te contamos cómo se resolvió el conflicto territorial.
Durante el siglo de conformación de los países sudamericanos, las disputas territoriales entre las distintas naciones se resolvieron de forma diplomática o por las armas. En el caso de la Puna de Atacama, los acuerdos y tratados entre Bolivia, Chile y Argentina llevaron más de 15 años.
La Puna de Atacama es un altiplano ubicado en la Cordillera de los Andes, y es terreno binacional entre Argentina y Chile desde principios del siglo XX. Sin embargo, parte de la puna fue también de Bolivia hasta que se llegó a un acuerdo de intercambio de zonas con el gobierno argentino.
Si bien en la actualidad la división está resuelta, en su momento Jujuy, Salta y Catamarca quedaron parcialmente en Chile.
La Guerra del Pacífico, que duró casi cinco años entre 1879 y 1884, dejó una división territorial favorable a Chile: la región de Antofagasta y la vecina región de la Puna de Atacama, que antes pertenecían a Bolivia, quedaron en manos chilenas.
Sin embargo, el Tratado Quirno Costa-Vaca Guzmán firmado entre Bolivia y Argentina en 1889 pactó las siguientes cuestiones:
Así, previo a este acuerdo, la parte cordillerana de las provincias de Jujuy, Salta y Catamarca quedaron bajo control chileno durante cinco años.
La contienda sobre el territorio se explicaba, principalmente, por su riqueza en depósitos de salitres y por el descubrimiento de minas de plata en la ex costa boliviana.
Cuando el gobierno chileno conoció el tratado secreto firmado entre Argentina y Bolivia sobre la Puna de Atacama, lo desestimó. Argumentaba que, como el territorio ya no pertenecía a Bolivia, no había tal disputa con Argentina, que había intercambiado la zona de la cordillera por la región de Tarija.
Sin embargo, Argentina defendía la posesión de la puna. Pasaron casi diez años hasta que en 1898 se firmaron dos actas para que se resolviera la cuestión por vías diplomáticas. Como falló ese primer intercambio, se prosiguió con una resolución por "árbitros".
Un delegado de cada país, Argentina y Chile, junto al embajador de Estados Unidos en Argentina, resolvieron la cuestión limítrofe en 1899. Así, la Puna de Atacama quedó en su mayoría del lado argentino, y una porción del sur y otra del norte en manos chilenas.
Sin embargo, en los siguientes años permanecieron el resentimiento y la inconformidad de parte de ambos países. En 1901, los presidentes limítrofes Julio Argentino Roca y Federico Errázuriz Echaurren se mostraron públicamente para demostrar la paz y amistad buscadas entre ambos países.
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