Muchos deportes de la actualidad se practican con una pelota, que puede ser pequeña, grande, blanda y/o dura, entre otras características. Sin embargo, ninguna iguala a la que utilizan los jugadores de pushball.
Esta disciplina tan llamativa, surgió en Massachusetts, Estados Unidos, durante la última década del siglo XIX y se convirtió, con el paso del tiempo, en una práctica deportiva universitaria.
Finalmente, aunque se estableció como un extraño deporte en otros lugares del mundo, su popularidad se mantuvo baja. Por lo tanto, muchas personas desconocen su existencia o lo practican como un hobby, sin implementar las reglas que ha tenido en el pasado.
¿Cuál es la historia del pushball?
El registro más antiguo del pushball se remonta al año 1891, cuando MG Crane lo inventó como un deporte llamativo en Newton, Massachusetts, Estados Unidos.
Durante los primeros años, fue una disciplina que se practicaba por diversión o como una actividad en un evento puntual. Ejemplo de lo mencionado es el partido entre policías y bomberos que se ve reflejado en la siguiente foto:
Al mismo tiempo, en 1892 la Universidad de Harvard lo adoptó como un deporte grupal y lo incluyó en las disciplinas que podían practicar los alumnos, durante la época de clases.
Una década después, el juego cruzó el océano Atlántico, cuando The Crystal Palace de Inglaterra organizó el primer partido de pushball, con 8 jugadores en cada equipo y reglas muy distintas a las establecidas en el país donde surgió el deporte.
Finalmente, y de regreso a Estados Unidos, el Macalester College sumó el pushball dentro de su grilla de actividades en 1914 y lo mismo ocurrió en 1923, dentro de la Universidad de Emory. Allí se practicó hasta 1955, cuando lo quitaron por la cantidad de golpes que recibían los jugadores durante los partidos.
¿Cómo se juega al pushball?
En términos generales, el pushball se puede describir como un deporte en equipos, que conserva algunas similitudes con el rugby y el fútbol. Esto tiene lógica, ya que, en la época que surgió esta disciplina, las otras dos estaban en pleno auge.
Entonces, para que los lectores más curiosos puedan comprender cómo se juega y qué vínculo tiene con las normas de los otros dos deportes mencionados, es importante recordar que para organizar un partido de pushball es necesario:
- Un campo de juego de 130 metros de longitud y 46 metros de ancho.
- Dos equipos integrados por once jugadores cada uno, que se dividan en cinco delanteros, cuatro defensores y dos arqueros.
- Una pelota gigantesca, que tenga 1,8 metros de diámetro y pese, como mínimo, 23 kilogramos.
- Dos arcos que están formados por dos postes verticales 5,5 metros de altura y un travesaño, de 6,1 metros de longitud y 2,1 metros de alto.
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Una vez que estas normas se cumplen, el partido, organizado con dos tiempos, comienza. Allí, los equipos deberán intentar superar la resistencia de sus rivales y colocar la pelota bajo el travesaño para conseguir cinco puntos o lanzarla sobre el mismo, para sumar ocho puntos.
¿Qué variantes de este extraño deporte surgieron en el siglo XX?
Curiosamente, durante la expansión del pushball por Estados Unidos y Reino Unido, han surgido diversas variantes que tienen otras reglas o sistemas de puntos distintos.
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Pero, de todas formas, la más curiosa es la que incluyó a caballos. Así es. Desde 1902, en oportunidades los jugadores de pushball disputan este deporte sobre sus equinos.