Sin importar el lugar del mundo donde habiten, la gran mayoría de las personas han tenido la posibilidad de observar, alguna vez, un arcoíris. Aunque su presencia es breve, siempre roba sonrisas y, en algunos casos, permite crear excelentes fotografías.
Ahora bien. Aunque muchos no lo saben, también existe un tipo de arcoíris lunar que, como su nombre lo indica, se forma en horas de la noche y tiene un aspecto distinto al tradicional.
En otras palabras, se crea de la misma manera que lo hace un arcoíris diurno pero, por las características del contexto y nuestra capacidad de observar, presenta pequeñas diferencias y es más inusual.
¿Cómo se forma un arcoíris lunar?
El arcoíris lunar, al igual que lo hace uno tradicional, se forma por la refracción de luz sobre una cortina de agua, que permanece en el cielo durante un breve periodo.
Su principal diferencia es que, como es de noche, se crea a través de la luz que llega a la Tierra desde la Luna, que a su vez obtiene del Sol.
¿Cuándo se puede observar este fenómeno?
Contemplar un arcoíris lunar es una tarea mucho más compleja que disfrutar la formación de su arco durante el día porque, en principio, la gran mayoría de las personas duermen de noche.
Pero, en el caso de que la rutina de una persona sea inversa a la mencionada y esté despierta durante el cierre de una jornada y el comienzo de otra, tampoco hay grandes posibilidades de visualizar este fenómeno.
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Entonces, quienes estén interesados en conocer un arcoíris lunar, deben saber que las probabilidades de observarlo aumentan si:
- Hay Luna llena.
- Está por anochecer o comienza a amanecer.
- Hay un alto porcentaje de humedad.
¿Y en qué lugar del mundo se los puede encontrar con mayor frecuencia? Si bien no hay una lista oficial, expertos aseguran que la probabilidad se incrementa en lugares húmedos o cerca de paisajes como, por ejemplo, unas cataratas.
¿Por qué el arcoíris lunar es, en ocasiones, blanco?
Hasta el momento, hemos mencionado que, si se cumplen todas las condiciones descritas en párrafos anteriores, es posible conocer un arcoíris lunar. Pero, lamentablemente, en muchos casos solo se percibe como un arco blanco y muy tenue.
Esto ocurre porque, como la cantidad de luz en el proceso de refracción es mucho menor que la obtenida en un arcoíris diurno, pocas veces se llegan a distinguir los colores de uno nocturno. Además, también influye la capacidad de recepción que tienen los conos de nuestros ojos.
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Y, si bien en el pasado no había herramientas disponibles que logren superar este desafío, en el presente ocurre todo lo contrario. Aunque nuestros ojos vean un arcoíris lunar blanco, a través de una cámara de fotos profesional existe la posibilidad de capturar sus colores.
