Para saber qué pasa cuando se envía agua al espacio exterior, hay que tener en cuenta distintos factores. La primera respuesta que se le viene a la mayoría de las personas a la cabeza, es que debería flotar, que es lo que sucedería si sólo se tiene en cuenta la falta de gravedad. Sin embargo, hay que tener en cuenta las bajas temperaturas y la ausencia de presión.
Una de las reglas clave para pensar en esta pregunta es que a mayor presión, mayor temperatura de ebullición del agua.
¿Si se libera agua al espacio, flota?
Cuando en un sistema, la presión aumenta, el agua en él no hierve a los 100 grados, como en condiciones normales de presión y temperatura, sino que debe alcanzar los 120 ºC o 130 ºC.
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En el espacio exterior, las reglas del juego cambian porque la presión es cero. Allí afuera, el agua hierve al instante. Luego de que ocurra eso, si la temperatura es muy baja, que es lo que generalmente pasa, la evaporación del agua creará diminutos cristales de hielo. Este fenómeno se produce siempre después de la evaporación, ya que las reacciones que generan las distintas temperaturas son más lentas que las que pueda causar la presión. En el caso de que la temperatura fuera alta, el vapor de agua simplemente se dispersaría en el espacio.
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En la Estación Espacial Internacional los astronautas no tienen ese inconveniente y cuentan con provisiones suficientes para la estadía.
¿Qué sucede en el caso de Marte?
El planeta no tiene atmósfera, tiene muy baja presión. Es posible que el agua de los océanos haya entrado en ebullición, evaporándola muy rápidamente.
