Estás participando de un juego de generala. Después de algunos turnos, te sale un conjunto de dados pésimo. "Y, bueno" -decís- "Tachame la doble, ya está".
De fondo suena el mar, o tal vez un programa de televisión, o quizás se escucha, simplemente, el silencio de la noche -obviamente interrumpido ocasionalmente por el traqueteo de los dados dentro del vaso.
El concepto de "tachar la doble" no se usa únicamente en los juegos de generala. Como muchas expresiones lúdicas, logró cruzar los límites del juego para pasar a la comunicación cotidiana. En este contexto, ¿qué significa exactamente?
¿Qué significa "Tachame la doble" en Argentina?
"Tachame la doble" es una expresión utilizada cuando uno apunta a la perfección pero se da cuenta que no hay ningún tipo de posibilidad de alcanzarla.
Se usa cuando ya no hay impulso de seguir más allá o de cumplir todo lo que uno se propone y, por ende, concluye que es necesario sacrificar parcial o totalmente aquello que se quiere conseguir.
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Por ejemplo, una persona puede querer irse de viaje al exterior llevando toda su ropa y algunas comidas que no puede conseguir afuera. Arma la valija, la pesa y ve que está excedida más allá der lo que permite la aerolínea. "Bueno" -reflexiona- "Tachame la doble. Saquemos el camperón negro y dejemos uno de los potes de dulce de leche acá".
¿Cuándo se tacha en la generala?
Si al terminar una tirada el jugador o jugadora no tiene la posibilidad de armar un juego conveniente para alguna de sus categorías abiertas, tendrá que elegir alguna y tachar la casilla correspondiente. En consecuencia, la casilla en cuestión queda cerrada.
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En el juego de la generala, una de las casillas es casi imposible de conseguir: la Generala Doble. Sucede cuando, en un mismo juego, un jugador logra sacar generala dos veces.
Como la posibilidad de que ello suceda es mínima, esta opción es la primera en la lista de descartes, lo que se efectiviza pidiendo "tachame la doble" al que anota los puntos. De allí su sentido análogo en su uso coloquial cotidiano.
