En Argentina este término hace alusión a que una persona empezó a entender un determinado tema. Sin embargo, el origen de esta historia se remonta a la aparición de los teléfonos públicos.
Para poder usarlos, era necesario introducir una ficha que, informalmente, fue conocida como Cospel. Cuando este pequeño disco metálico caía, la persona podía comenzar la conversación.


Por lo tanto, "me cayó la ficha" simboliza que se inició algo. En la actualidad, hace referencia puntualmente a "darse cuenta". Esta frase no solo se emplea en primera persona, sino que también puede utilizarse para hablar de otro.